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2 Reyes 21:14 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

14 Aun a los que queden con vida los destruiré. Voy a dejar que sus enemigos los derroten y les quiten todo.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

14 Y desampararé el resto de mi heredad, y lo entregaré en manos de sus enemigos; y serán para presa y despojo de todos sus adversarios;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Incluso rechazaré al remanente de mi pueblo que haya quedado y los entregaré como botín a sus enemigos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Tiraré el resto de los que me pertenecen, los entregaré en manos de sus enemigos y se convertirán en la presa y el botín de todos sus enemigos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Abandonaré el resto de mi heredad y los entregaré en mano de sus enemigos, y llegarán a ser como presa y botín para todos sus enemigos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Abandonaré el resto de mi heredad y lo entregaré en manos de sus enemigos, de modo que será despojo y botín de todos sus adversarios,

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2 Reyes 21:14
35 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

”Escucha bien, Jeremías: Cuando un profeta o sacerdote, o alguien del pueblo, te pregunte si tienes algún mensaje de mi parte, respóndeles que sí lo tienes. Diles que voy a abandonarlos.


Ojalá que Dios haya escuchado los insultos que el oficial de Senaquerib lanzó en contra del Dios de Israel, y que lo castigue. Pídele a Dios que ayude a los israelitas que aún quedan con vida.


¿Por qué te olvidas de nosotros y nos abandonas tanto tiempo?


Dueño de todas tus riquezas es ahora tu enemigo. Tú misma viste entrar en el templo gente de otros pueblos, aunque Dios había ordenado que no debían entrar allí.


Es tanto tu pecado, que Dios te castigó. El enemigo se llevó prisioneros a todos tus habitantes. Ahora el enemigo te domina y vive feliz y contento.


»He abandonado a mi pueblo; lo he dejado en manos del enemigo,


Le ordenaré que ataque a este pueblo malvado; que le quite sus riquezas y lo pisotee como al barro de las calles.


Dios ama la justicia y jamás abandonará a su pueblo. ¡Siempre lo protegerá! Los suyos vivirán para siempre en la tierra prometida, pero los malvados y sus hijos serán destruidos por completo.


Luego Dios envió pequeños grupos de soldados caldeos, sirios, moabitas y amonitas, para que atacaran y destruyeran Judá. Así se cumplió lo que Dios había anunciado por medio de sus profetas.


Entonces yo me enojaré con ellos, y los dejaré solos; en vez de cuidarlos, les enviaré muchos castigos y sufrimientos. Y tendrán que admitir que los he abandonado.


Por eso Dios enviará contra ustedes muchos enemigos, y ellos harán de ustedes sus esclavos. Dios les quitará todo y vivirán en la pobreza. No tendrán comida, ni agua, ni ropa. ¡Serán esclavos, y acabarán por ser destruidos!


»Cuando sus enemigos vengan a atacarlos, ustedes ordenarán su ejército para responder al ataque, pero acabarán huyendo en desorden y serán derrotados por completo. Sus cadáveres quedarán tendidos por el suelo, y nadie podrá impedir que sean devorados por las fieras y los buitres. Al ver esto, los demás países se espantarán.


»De Jerusalén no va a quedar nada. La voy a castigar como castigué a Samaria y a la familia de Ahab. Quedará vacía, como un plato que se limpia y se vuelca para dejarlo secar.


Porque desde que saqué de Egipto a sus antepasados, este pueblo se ha comportado mal y me ha hecho enojar».


Por eso Dios dijo: «Voy a rechazar a Judá, como lo hice con Israel, y rechazaré a Jerusalén, la ciudad que había elegido, y al templo en el que dije que viviría».


En vez de vigilarlos para protegerlos, voy a vigilarlos para hacerles daño. Les aseguro que toda la gente de Judá que vive en Egipto morirá de hambre, o en la guerra.


Dios estaba tan enojado con los israelitas que los abandonó y dejó que se los llevaran prisioneros. Los únicos israelitas que Dios no entregó como prisioneros fueron los de Judá.


Sin embargo, ellos tampoco obedecieron los mandamientos de Dios sino que siguieron las mismas costumbres que los de Israel.


Entonces Dios también los abandonó y los hizo sufrir, pues dejó que sus enemigos los atacaran y los vencieran.


Entonces Dios los abandonó, tal como había anunciado por medio de sus profetas. Por eso los israelitas fueron llevados prisioneros a Asiria, y allí han estado hasta el momento en que esto se escribió.


1 (1b) Dios y pastor nuestro, ¿por qué nos rechazas? ¿Vas a estar siempre enojado con este pueblo que es tu rebaño?


Yo desbarataré aquí los planes de la gente de Judá y de Jerusalén; los entregaré a sus enemigos, para que los maten en el campo de batalla. Allí quedarán tendidos los cadáveres, y haré que se los coman las aves del cielo y las fieras salvajes.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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