2 Reyes 15:29 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual29 En ese tiempo llegó Tiglat-piléser, y conquistó las ciudades de Iión, Abel-bet-maacá, Janóah, Quedes, Hasor, Galaad, Galilea y toda la región de Neftalí. A los habitantes de esos lugares se los llevó prisioneros. অধ্যায়টো চাওকঅধিক সংস্কৰণBiblia Reina Valera 196029 En los días de Peka rey de Israel, vino Tiglat-pileser rey de los asirios, y tomó a Ijón, Abel-bet-maaca, Janoa, Cedes, Hazor, Galaad, Galilea, y toda la tierra de Neftalí; y los llevó cautivos a Asiria. অধ্যায়টো চাওকBiblia Nueva Traducción Viviente29 Durante el reinado de Peka, el rey Tiglat-pileser de Asiria volvió a atacar a Israel y tomó las ciudades de Ijón, Abel-bet-maaca, Janoa, Cedes y Hazor. También conquistó las regiones de Galaad, Galilea, y todo el territorio de Neftalí; y a los habitantes los llevó cautivos a Asiria. অধ্যায়টো চাওকBiblia Católica (Latinoamericana)29 En tiempo de Pecaj, rey de Israel, Teglat-Falesar, rey de Asur, se apoderó de Iyón, de Abel-Bet-Maacá, de Jamaj, de Quedés, de Jazor, de Galaad y de la Galilea, de todo el territorio de Neftalí, y deportó a Asur a sus habitantes. অধ্যায়টো চাওকLa Biblia Textual 3a Edicion29 En los días de Peka, rey de Israel, llegó Tiglat-pileser, rey de Asiria, y tomó Ijón, Abel-bet-maaca, Janoa, Cedes, Hazor, Galaad y Galilea (toda la tierra de Neftalí), y los llevó cautivos a Asiria. অধ্যায়টো চাওকBiblia Serafín de Ausejo 197529 En los días de Pécaj, rey de Israel, llegó Teglatfalasar, rey de Asiria, se apoderó de Iyón, Abel Bet Maacá, Yanóaj, Cades, Jasor, Galaad y Galilea, o sea, de toda la región de Neftalí, y deportó a sus habitantes a Asiria. অধ্যায়টো চাওক |
Cuando Jabín, el rey de Hasor, se enteró de las victorias de Israel, envió un mensaje a los reyes vecinos pidiéndoles que se unieran con él para pelear contra los israelitas. Envió este mensaje al rey Jobab de Madón, a los reyes de Simrón y Acsaf, a los reyes de la región montañosa del norte, a los del valle del Jordán que está al sur del Lago de Galilea, a los de la llanura, y a los de la zona de Dor, hacia el oeste.
»Cuando sus enemigos vengan a atacarlos, ustedes ordenarán su ejército para responder al ataque, pero acabarán huyendo en desorden y serán derrotados por completo. Sus cadáveres quedarán tendidos por el suelo, y nadie podrá impedir que sean devorados por las fieras y los buitres. Al ver esto, los demás países se espantarán.
»¡Dios nuestro, qué poderoso eres! ¡Todos tiemblan ante ti! Eres un Dios fiel que siempre cumple sus promesas, y nunca deja de amarnos. Mira cuánto han sufrido nuestros reyes y jefes, nuestros sacerdotes y profetas, y también nuestros antepasados. Desde el momento en que caímos bajo el poder de los reyes de Asiria hasta el día de hoy, tu pueblo no ha dejado de sufrir.