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2 Crónicas 29:6 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

6 »Nuestros antepasados dejaron de adorar a Dios y abandonaron su templo. Desobedecieron a nuestro Dios,

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

6 Porque nuestros padres se han rebelado, y han hecho lo malo ante los ojos de Jehová nuestro Dios; porque le dejaron, y apartaron sus rostros del tabernáculo de Jehová, y le volvieron las espaldas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Nuestros antepasados fueron infieles e hicieron lo malo a los ojos del Señor nuestro Dios. Abandonaron al Señor y el lugar donde él habita; le dieron la espalda.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Porque nuestros padres han sido infieles y se han portado mal con Yavé, nuestro Dios; lo han abandonado y se han puesto indiferentes a la morada de Yavé; le han vuelto las espaldas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Porque nuestros padres han sido infieles e hicieron lo malo ante los ojos de YHVH nuestro Dios, y lo abandonaron, y volvieron sus rostros del Tabernáculo de YHVH, y le han dado la espalda.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 porque nuestros padres han prevaricado, han hecho lo que es malo a los ojos de Yahveh, nuestro Dios, lo han abandonado, han apartado su rostro de la tienda del encuentro de Yahveh y le han vuelto la espalda.

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2 Crónicas 29:6
21 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Luego Dios me llevó al patio que está dentro del templo, y vi que entre el patio y el altar había unos veinticinco hombres. Estaban de espaldas al Lugar Santo y mirando hacia el este; arrodillados, tocaban el suelo con la cara, y adoraban al sol.


”Ustedes, israelitas, llaman ‘padre’ a un pedazo de madera; ¡llaman ‘madre’ a una piedra! Me dan la espalda y no me miran a la cara, pero en cuanto están en peligro gritan pidiéndome ayuda.


»Si ustedes prefieren a su padre o a su madre más que a mí, o si prefieren a sus hijos o a sus hijas más que a mí, no merecen ser míos.


Pecaron nuestros antepasados, ¡y Dios nos castigó a nosotros!


—¿Y acaso creen que Dios no lo sabía? Al contrario, Dios sabía muy bien que ustedes y sus antepasados, sus reyes y funcionarios, y todo el pueblo, adoraban a otros dioses.


Yo, Jeremías, le rogué a Dios: «Dios mío, tú me das nuevas fuerzas; cuando me encuentro en peligro, tú eres mi refugio. Desde los lugares más lejanos del mundo vendrán a ti las naciones, y dirán: “Nuestros antepasados fabricaron dioses falsos que no sirven para nada”».


”Ustedes, pueblo mío, cometieron dos pecados: me abandonaron a mí, que soy para ustedes una fuente de agua que les da vida, y se hicieron sus propios estanques, que no retienen el agua. Yo era su guía, pero ustedes me rechazaron. ”Israelitas, ¿qué ganan ahora con confiar en el poder de Egipto y en el poder de Asiria? Ustedes son libres; ¡no nacieron siendo esclavos! ¿Por qué ahora los tratan así? ”¡Los soldados de Menfis y Tafnes han acabado con sus gobernantes! ¡Lanzan rugidos, como leones, y destruyen el país! ¡Han quemado las ciudades, y ya nadie vive en ellas!


»¡Dios nuestro, qué poderoso eres! ¡Todos tiemblan ante ti! Eres un Dios fiel que siempre cumple sus promesas, y nunca deja de amarnos. Mira cuánto han sufrido nuestros reyes y jefes, nuestros sacerdotes y profetas, y también nuestros antepasados. Desde el momento en que caímos bajo el poder de los reyes de Asiria hasta el día de hoy, tu pueblo no ha dejado de sufrir.


»Pero nuestros antepasados fueron orgullosos y tercos; no te obedecieron.


Hemos estado pecando gravemente desde hace mucho tiempo. Por causa de nuestra maldad todos nosotros, incluyendo a nuestros reyes y sacerdotes, hemos sido entregados al poder de los reyes de otros países. Hasta hoy nuestros enemigos nos han herido, robado, humillado y sacado de nuestro país.


Pero como nuestros antepasados hicieron enojar a Dios, él permitió que los venciera el rey Nabucodonosor de Babilonia. Ese rey destruyó este templo y envió cautivos a Babilonia a todos los habitantes de Jerusalén.


«Vayan a consultar a Dios, para que sepamos qué debemos hacer en cuanto a lo que dice este libro. ¡Dios debe estar furioso con nosotros, pues nuestros antepasados no obedecieron lo que está escrito aquí!»


Escúchame y atiende mi oración, pues soy tu servidor. Día y noche te he rogado por los israelitas, que también son tus servidores. Reconozco que todos hemos pecado contra ti. He pecado yo, y también mis antepasados.


»Y aunque Miqueas dijo esto, no lo mataron. Al contrario, el rey y el pueblo se humillaron ante Dios, y él los perdonó. Pero si nosotros matamos a Jeremías, Dios nos castigará».


»Supongamos ahora que ese malvado tiene un hijo que no sigue el mal ejemplo de su padre. Aunque sabe que su padre es un pecador, él, por su parte,


Nuestros reyes y jefes, nuestros sacerdotes y antepasados, no obedecieron tu ley ni hicieron caso de tus advertencias.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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