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2 Crónicas 14:10 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

10 10 (9) Sin embargo, Asá decidió enfrentarse a Zérah y a su ejército, y colocó a sus hombres en posición para la batalla en el valle de Sefata, que está muy cerca de Maresá.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

10 Entonces salió Asa contra él, y ordenaron la batalla en el valle de Sefata junto a Maresa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 por eso Asa desplegó sus ejércitos para la batalla en el valle al norte de Maresa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Asá invocó a Yavé su Dios, y dijo: 'Oh Yavé, puedes ayudar al desvalido como al poderoso. ¡Ayúdanos, pues, Yavé Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, en tu nombre marchamos contra esta inmensa muchedumbre! Yavé, tú eres nuestro Dios: ¡No prevalezca contra ti hombre alguno!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Entonces Asa salió contra él, y dispusieron la batalla en el valle de Sefata, junto a Maresa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Invocó entonces Asá a Yahveh, su Dios, diciendo: '¡Oh Yahveh! Nadie como tú puede prestar ayuda en la lucha entre un poderoso y un desvalido. Socórrenos, Yahveh, Dios nuestro, pues en ti nos apoyamos y en tu nombre vamos contra esa muchedumbre Yahveh, tú eres nuestro Dios; no prevalezca hombre alguno contra ti'.

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2 Crónicas 14:10
14 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Después los de Judá, junto con los de Simeón, derrotaron a los cananeos que vivían en Sefat. Como destruyeron por completo esa ciudad, la llamaron Hormá.


11 (10) Luego oró a Dios, diciendo: «Dios nuestro, nos hemos atrevido a pelear contra este ejército tan grande, porque confiamos en ti y queremos honrarte. No hay nadie como tú para ayudar al débil y liberarlo del poderoso. Por eso te rogamos que nos ayudes. ¡Tú eres nuestro Dios! ¡Sabemos que nadie te puede vencer!»


Moisés continuó diciendo: «Cuando vayan a la guerra, no tengan miedo. Aunque el enemigo sea muy fuerte y numeroso, y tenga muchos caballos y carros de combate, nosotros contamos con nuestro Dios, que nos libró de Egipto.


Pero David le contestó: —¡Y tú vienes a pelear conmigo con espada, y flechas y lanza! Pues yo vengo en el nombre del Dios todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien te has atrevido a desafiar.


Dios no solo ayudó a Ozías a derrotar a los filisteos; también lo ayudó a vencer a los árabes que vivían en Gur-baal, y también a los meunitas.


El rey de Asiria confía en su ejército; pero nosotros tenemos a Dios de nuestra parte, y él peleará por nosotros». Al oír al rey, el pueblo cobró valor.


Ante esta situación, el rey Ezequías y el profeta Isaías hijo de Amós, clamaron a Dios y le pidieron ayuda.


8 (9) Esa gente tropezará y caerá, pero nosotros nos levantaremos y seguiremos de pie.


15 (16) Mi vida está en tus manos; ¡sálvame de mis enemigos!, ¡sálvame de los que me persiguen!


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