1 Timoteo 6:11 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual11 Pero tú, Timoteo, estás al servicio de Dios. Por eso, aléjate de todo lo malo. Trata siempre de obedecer a Dios y de ser un buen discípulo de Jesucristo. No dejes de confiar en él, y ama a todos los hermanos de la iglesia. Cuando enfrentes dificultades, ten paciencia y sé amable con los demás. অধ্যায়টো চাওকঅধিক সংস্কৰণBiblia Reina Valera 196011 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. অধ্যায়টো চাওকBiblia Nueva Traducción Viviente11 Pero tú, Timoteo, eres un hombre de Dios; así que huye de todas esas maldades. Persigue la justicia y la vida sujeta a Dios, junto con la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad. অধ্যায়টো চাওকBiblia Católica (Latinoamericana)11 Pero tú, hombre de Dios, huye de todo eso. Procura ser religioso y justo. Vive con fe y amor, constancia y bondad. অধ্যায়টো চাওকLa Biblia Textual 3a Edicion11 Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue° tras la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. অধ্যায়টো চাওকBiblia Serafín de Ausejo 197511 Pero tú, que eres hombre de Dios, huye de estas cosas; corre en busca de la honradez, la piedad, la fe, el amor, la constancia, la mansedumbre. অধ্যায়টো চাওক |
También debe ser conocida por sus buenas obras. Por ejemplo, tiene que haber criado bien a sus hijos y a sus hijas, haber recibido bien a quienes visitaron su casa, haber sido humilde con los miembros de la iglesia, y haber ayudado a los que sufren. Es decir, en esa lista deben estar las que hayan hecho lo bueno.
El rey mandó por tercera vez a otro capitán con cincuenta soldados. Pero este capitán subió a donde estaba Elías, se arrodilló delante de él y le rogó: —Profeta, ya sé que los soldados que vinieron antes de mí murieron consumidos por el fuego que cayó del cielo. Te suplico que no nos mates, ¡somos tus esclavos! ¡Por favor, perdónanos la vida!
Los ayudantes de los sacerdotes estaban divididos en dos coros, que eran dirigidos por Hasabías, Serebías, Josué, Binuy y Cadmiel, y sus asistentes. Durante el culto, el coro principal cantaba una estrofa de un himno, y el otro coro respondía con otra estrofa. Así alababan y daban gracias a Dios, según lo había mandado el rey David.