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1 Reyes 20:33 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

33 A los hombres les pareció una buena señal lo que dijo el rey de Israel, y rápidamente contestaron: —¡Sí, Ben-hadad es su amigo! Entonces el rey de Israel agregó: —¡Vayan y tráiganlo! Ben-hadad fue a ver a Ahab y este lo invitó a subir a su carro.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

33 Esto tomaron aquellos hombres por buen augurio, y se apresuraron a tomar la palabra de su boca, y dijeron: Tu hermano Ben-adad vive. Y él dijo: Id y traedle. Ben-adad entonces se presentó a Acab, y él le hizo subir en un carro.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

33 Los hombres tomaron la respuesta como una buena señal y, aprovechando esas palabras, enseguida le respondieron: —¡Sí, su hermano Ben-adad! —¡Vayan a traerlo! —les dijo el rey de Israel. Cuando Ben-adad llegó, Acab lo invitó a subir a su carro de guerra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

33 Los otros, que no esperaban tanto, dijeron inmediatamente: '¡Sí, Ben-Hadad es tu hermano!' El rey respondió: '¡Vayan a buscarlo!' Ben-Hadad fue pues a donde estaba Ajab y éste lo hizo subir a su carro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

33 Y los hombres tomaron esto como buen augurio y se apresuraron a confirmarlo, exclamando: ¡Ben-hadad es tu hermano! Él dijo: Id y traedle; y Benhadad se presentó ante él, quien lo hizo subir a su carro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

33 Aquellos hombres consideraron que era buen augurio y se apresuraron a tomarle la palabra, diciendo: '¡Ben Hadad es tu hermano!'. Él les dijo: 'Id y traédmelo'. Salió, pues Ben Hadad hacia él, y él le hizo subir a su carro.

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1 Reyes 20:33
7 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Y el oficial de Etiopía le respondió: —¿Y cómo voy a entenderlo, si no hay quien me lo explique? Dicho esto, el oficial invitó a Felipe a que subiera a su carruaje y se sentara a su lado.


»Al saber esto, el patrón felicitó al empleado deshonesto por ser tan astuto. Y es que, para atender sus propios negocios, la gente de este mundo es más astuta que los hijos de Dios.


Tan refrescante como apagar tu sed con un vaso de agua fresca, es contar con un amigo a quien puedes confiarle un mensaje.


Cuando Jehú salió de allí, encontró a Jonadab hijo de Recab, que había ido a buscarlo. Jehú lo saludó, y luego le preguntó: —¿Eres sincero conmigo, como yo lo soy contigo? Jonadab le contestó: —Por supuesto. Jehú le dijo: —Si es así, dame la mano. Jonadab le dio la mano, y Jehú lo ayudó a subir a su carro.


En respuesta, Asá tomó todo el oro y la plata que había en los tesoros del templo y del palacio del rey, y se los dio a sus asistentes para que se los llevaran a Ben-hadad, rey de Siria. Este vivía en la ciudad de Damasco y era hijo de Tabrimón y nieto de Hezión. Asá le mandó este mensaje a Ben-hadad:


Los oficiales se pusieron ropas ásperas y una soga al cuello. Después fueron a ver al rey de Israel y le dijeron: —Su servidor Ben-hadad le ruega que le perdone la vida. Ahab les preguntó: —¿Ben-hadad vive todavía? Él es mi amigo.


Después Ben-hadad le dijo: —Te voy a devolver las ciudades que mi padre le quitó al tuyo. Tú puedes poner negocios en Damasco, como hizo mi padre en Samaria. Ahab le contestó: —Entonces yo te dejaré ir. Así que Ahab hizo este pacto con Ben-hadad y lo dejó ir.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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