1 Reyes 20:27 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual
27 También los israelitas inspeccionaron su ejército. Luego tomaron los alimentos y el equipo necesario, y salieron a atacar al ejército de Siria. El ejército de Israel era tan pequeño que, comparado con el ejército de Siria, parecía como dos rebaños de cabras en el campo.
27 Los hijos de Israel fueron también inspeccionados, y tomando provisiones fueron al encuentro de ellos; y acamparon los hijos de Israel delante de ellos como dos rebañuelos de cabras, y los sirios llenaban la tierra.
27 Entonces Israel reunió a su ejército, montó líneas de abastecimiento y salió a pelear. Pero el ejército de Israel parecía dos pequeños rebaños de cabras en comparación con el inmenso ejército arameo, ¡que llenaba la campiña!
27 También se pasó revista a los israelitas, recibieron víveres y avanzaron al encuentro de los arameos. Los israelitas acamparon frente a ellos como si fueran dos rebaños de cabras, mientras que los arameos repletaban toda la llanura.
27 Y los hijos de Israel fueron convocados; y provistos de raciones, les salieron al encuentro, pero cuando acamparon frente a ellos, los hijos de Israel eran como dos pequeños rebaños de cabritos, mientras que los sirios llenaban el campo.
27 Los israelitas, una vez revistados y avituallados, fueron a su encuentro. Los israelitas acamparon frente a ellos. Parecían dos rebaños de cabras, mientras que los arameos llenaban la tierra.
Miré hacia otro lado y vi que en esta vida no son los más veloces los que ganan la carrera, ni tampoco son los más valientes los que ganan la batalla. No siempre los sabios tienen qué comer, ni los inteligentes tienen mucho dinero, ni todo el mundo quiere a la gente bien preparada. En realidad, todos dependemos de un momento de suerte,
Así que Gedeón se quedó con trescientos hombres. Recogió los cántaros y las trompetas de los demás, y los mandó de vuelta a sus tiendas de campaña. El campamento de los madianitas quedaba más abajo, en el valle.
—Vayan por el campamento y díganles a todos que se preparen con alimentos, porque dentro de tres días cruzaremos el río Jordán y ocuparemos el territorio que nuestro Dios nos va a dar.
¿Cómo se explican ustedes que un solo israelita hizo huir a mil soldados? ¿Cómo se explican que dos soldados hicieron huir a diez mil? ¡Si yo no cuidara de ustedes ni les hubiera dado la victoria, ustedes no habrían podido vencerlos!”
Los madianitas, los amalecitas y toda la gente del este se habían dispersado por todo el valle. Parecían una plaga de saltamontes, y tenían tantos camellos como la arena que hay en la playa.