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Números 7:15 - Versión Biblia Libre

un novillo, un carnero y un cordero macho de un año como holocausto,

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Llevó un becerro, un carnero y un cordero de un año, para una ofrenda quemada,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Un becerro, un carnero, un cordero añal para el holocausto,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

un novillo, un carnero, un cordero de un año para el holocausto;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;

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Otras versiones



Números 7:15
20 Referencias Cruzadas  

Sin embargo, era él quien cargaba con nuestras debilidades, estaba cargado con nuestro dolor, pero suponíamos que estaba siendo golpeado, vencido y humillado por Dios.


También presentó un plato de oro que pesaba diez siclos llenos de incienso. Como sacrificios trajo


una cabra macho como ofrenda por el pecado,


De la misma manera, el Hijo del hombre no vino a que le sirvan, sino a servir, y a dar su vida como rescate para muchos”.


Yo me consagro a mí mismo por ellos para que ellos también sean verdaderamente santos.


Porque Cristo es el cumplimiento de la ley. Todos los que confían en él son justificados.


así que ¿quién puede condenarnos? Fue Cristo quien murió—y más importante aún, quien se levantó de los muertos—el que se sienta a la diestra de Dios, presentando nuestro caso.


Él se entregó a fin de que todos pudiéramos ser rescatados nuevamente, demostrando la evidencia a su debido tiempo.


Pues él se entregó a sí mismo por nosotros, para podernos libertar de toda nuestra maldad, y para limpiarnos para él, como un pueblo que le pertenece, y que está dispuesto a hacer el bien.


Era conveniente que Dios, quien crea y sostiene todas las cosas, preparara por medio del sufrimiento a Aquél que los lleva a la salvación, para llevar a muchos de sus hijos a la gloria.


Tomó las consecuencias de nuestros pecados sobre sí mismo en su cuerpo en la cruz para que nosotros pudiéramos morir al pecado y vivir en justicia. “Por sus heridas, somos sanados”.


Y Jesús murió por culpa de los pecados, una vez y para siempre, el Único que es completamente verdadero y justo, por aquellos que somos malos, para poder llevarnos a Dios. Fue llevado a muerte en su cuerpo, pero vino a la vida en el espíritu.