Maldecía tan a menudo como cambiaba de ropa. Ojalá se trague sus maldiciones como bebe el agua, como el aceite que frota sobre su piel y llega hasta sus huesos.
Números 5:22 - Versión Biblia Libre Que esta agua que maldice entre en tu estómago y haga que tu vientre se hinche y tus muslos se encojan. “La mujer debe responder: ‘De acuerdo, estoy de acuerdo’. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, y hagan hinchar tu vientre y caer tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora, que esta agua que trae la maldición entre en tu cuerpo y cause que tu abdomen se hinche y tu útero se encoja”. A la mujer se le exigirá decir: “Sí, que así sea”. Biblia Católica (Latinoamericana) Entren en tus entrañas las aguas que traen la maldición, haciendo que se pudran tus muslos y reviente tu vientre. Y la mujer responderá: ¡Así sea, así sea!' La Biblia Textual 3a Edicion ¡Penetren estas aguas portadoras de maldición en tus entrañas, haciendo hinchar tu vientre y decayendo tu muslo! Y la mujer dirá: ¡Amén, amén! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Que este agua portadora de maldición penetre en tus entrañas, a fin de que hinchen tu vientre y hagan languidecer tus caderas'. Entonces dirá la mujer: 'Amén, amén'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y esta agua que causa la maldición entrará en tus entrañas, y hará que tu vientre se hinche y que se pudra tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén. |
Maldecía tan a menudo como cambiaba de ropa. Ojalá se trague sus maldiciones como bebe el agua, como el aceite que frota sobre su piel y llega hasta sus huesos.
Alaben al Señor, el Dios de Israel, ¡Por los siglos de los siglos! ¡Amén y amén!
¡Alaben su maravilloso nombre para siempre! ¡Que todo el mundo sea lleno de su gloria! ¡Amén y amén!
“Por lo tanto, tendrán que comer el fruto de sus propias decisiones, y se saciarán de sus propios planes retorcidos.
“Hijo de hombre”, me dijo, “come y sáciate con este rollo que te doy”. Así que comí el pergamino, y me supo dulce como la miel.
“El sacerdote debe escribir estas maldiciones en un pergamino y luego lavarlas en el agua amarga.
“Después de hacerla beber el agua, si ella se ha hecho impura y ha sido infiel a su marido, entonces el agua que maldice le causará un dolor amargo. Su vientre se hinchará y sus muslos se encogerán. Se convertirá en una mujer maldita entre su pueblo.
“Te digo la verdad: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes se niegan a aceptar nuestro testimonio.
“Te digo la verdad” respondió Jesús, “A menos que vuelvas a nacer, no puedes experimentar el reino de Dios”.
Jesús les dijo: “Les diré la verdad, a menos que coman la carne del Hijo del hombre y beban su sangre, no podrán vivir realmente.