La misma regla se aplica tanto al nativo como al extranjero que vive entre ustedes”.
Números 19:10 - Versión Biblia Libre El hombre que recogió las cenizas de la vaca lavará también sus ropas, y permanecerá impuro hasta la noche. Esta es una regla permanente para los israelitas y para el extranjero que vive con ellos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y el que recogió las cenizas de la vaca lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la noche; y será estatuto perpetuo para los hijos de Israel, y para el extranjero que mora entre ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente El hombre que recoja las cenizas de la novilla también lavará su ropa y quedará ceremonialmente impuro hasta el anochecer. Esta será una ley perpetua para los israelitas y para todo extranjero que viva entre ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) El que haya recogido las cenizas de la vaca lavará sus ropas y quedará impuro hasta la tarde: es una ley perpetua tanto para los israelitas como para el extranjero que vive con ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion Y el que haya recogido las cenizas de la ternera lavará sus vestidos y quedará impuro hasta el atardecer. Esto será por estatuto perpetuo a los hijos de Israel y al extranjero que peregrina entre ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que recogió las cenizas de la vaca lavará sus vestidos y permanecerá impuro hasta la tarde. Será ésta una ley perpetua para los israelitas y para los extranjeros que moran entre ellos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el que recogió las cenizas de la becerra, lavará sus vestiduras, y será inmundo hasta la tarde: y será para los hijos de Israel, y para el extranjero que peregrina entre ellos, por estatuto perpetuo. |
La misma regla se aplica tanto al nativo como al extranjero que vive entre ustedes”.
y si recoges uno de sus cadáveres debes lavar tu ropa, y serás impuro hasta la noche.
Cualquiera que entre en la casa durante cualquier tiempo que esté sellada será impuro hasta la noche.
La persona que los queme debe lavar sus ropas y lavarse con agua; luego puede volver al campamento.
“El hombre que está limpio debe rociarte tanto al tercer día como al séptimo día. Después de que te purifiques al séptimo día, debes lavar tu ropa y a ti mismo en agua, y esa noche estarás limpio.
Esta es una regla permanente para todos. El hombre que rocía el agua de purificación debe lavar su ropa, y cualquiera que toque el agua de purificación será impuro hasta la noche.
En esta nueva situación no hay griego ni judío, no hay circuncisos o incircuncisos, extranjeros, bárbaros, esclavos o libres, pues Cristo es todo, y él vive en todos nosotros.