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Números 16:11 - Versión Biblia Libre

Así que en realidad tú y los que se han unido a ti están luchando contra el Señor, porque ¿quién es Aarón para que murmurencontra él?”

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra Jehová; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¡En realidad es contra el Señor que tú y tus seguidores se rebelan! Pues, ¿quién es Aarón para que se quejen de él?».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Esto es el colmo, pues tú y tu banda se han amotinado contra Yavé. Y Aarón, ¿qué tienen en su contra para que murmuren de él?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Tú pues, y todo tu séquito: Es contra YHVH que os habéis confabulado, pues, ¿qué es Aarón para que murmuréis contra él?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Por eso tú y toda tu facción habéis conspirado contra Yahveh. ¿Qué es Aarón, para que murmuréis contra él?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Por lo cual, tú y todo tu séquito os juntáis contra Jehová, pues Aarón ¿qué es, para que contra él murmuréis?

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Otras versiones



Números 16:11
15 Referencias Cruzadas  

Estas eran las divisiones de los porteros de Los hijos de Coré y Los hijos de Merari.


La gente se volvió celosa de Moisés, y de Aarón, los sacerdotes santos del Señor.


Algunos de ellos vinieron y se quejaron a Moisés, diciendo: “¡Danos agua para beber!” Moisés respondió, “¿Por qué se quejas conmigo?” Preguntó Moisés. “¿Por qué intentan desafiar al Señor?”


No pasó mucho tiempo antes de que la gente empezara a quejarse de lo mucho que estaban sufriendo. Cuando el Señor escuchó lo que decían, se enfadó. El fuego del Señor los quemó, destruyendo algunos que iban por los extremos del campamento.


Entonces Moisés convocó a Datán y a Abiram, los hijos de Eliab, pero ellos respondieron: “No vamos a comparecer ante ustedes!


Se unieron en oposición a Moisés y Aarón, diciéndoles: “¡Ustedes se han adueñado del poder! Cada uno de los israelitas es santo, y el Señor está entre ellos. Entonces, ¿por qué se ponen ustedes por encima de la asamblea del Señor?”


“Todo el que los oye a ustedes me oye a mí, y todo el que los rechaza a ustedes me rechaza a mí. Pero cualquiera que me rechaza a mí, rechaza al que me envió”.


Les digo la verdad, cualquiera que recibe a quien yo envío, me recibe a mí, y recibe a Aquél que me envió”.


Mientras tuviste la tierra, ¿no te pertenecía? Y después que la vendiste ¿no tenías aun el control sobre lo que hacías con el dinero? ¿Por qué decidiste hacer esto? ¡No le has mentido a los hombres sino a Dios!”


Y quien quiera que se resista a estas autoridades, se opone a lo que Dios ha establecido, y los que lo hacen recibirán el merecido juicio por esto.


No se quejen de Dios, como algunos lo hicieron, y murieron en manos del ángel destructor.


¿Quién es Apolos, después de todo? ¿Y quién es Pablo? Nosotros solo somos siervos por medio de los cuales ustedes llegaron a creer. Cada uno de nosotros hace la obra que Dios nos asignó.


Tales personas son gruñonas, que siempre están quejándose. Siguen sus propios deseos malos, y hablan con jactancia de sí mismos, y halagan a otros para lograr sus propios fines.


“Haz lo que el pueblo te diga”, le dijo el Señor a Samuel, “porque no es a ti a quien rechazan, sino a mí como su rey.