Lucas 23:51 - Versión Biblia Libre pero no había estado de acuerdo con sus decisiones y acciones. Este hombre venía de la ciudad judía de Arimatea, y estaba esperando con ansias el reino de Dios. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Este, que también esperaba el reino de Dios, y no había consentido en el acuerdo ni en los hechos de ellos, Biblia Nueva Traducción Viviente pero no había estado de acuerdo con la decisión y las acciones de los otros líderes religiosos. Era de la ciudad de Judea llamada Arimatea y esperaba la venida del reino de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) pero que no había estado de acuerdo con los planes ni actos de los otros. Era de Arimatea, una ciudad de Judea, y esperaba el Reino de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion aunque no había consentido con el consejo ni las acciones de ellos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 que no había dado su voto a lo decretado y ejecutado por los demás y esperaba el reino de Dios, Biblia Reina Valera Gómez (2023) (Este, no había consentido con el consejo ni con los hechos de ellos), de Arimatea, ciudad de los judíos, y quien también esperaba el reino de Dios. |
“No sigas a la multitud haciendo el mal. Cuando testifiques en un juicio, no corrompas la justicia poniéndote del lado de la mayoría.
No llames conspiración a todo lo que esta gente llama conspiración. No temas lo que ellos temen. No te dejes intimidar.
Cuando llegó la noche, un hombre rico llamado José, de Arimatea, (quien también era discípulo de Jesús),
José de Arimatea, quien era miembro del concilio de gobierno, y que esperaba el reino de Dios, tuvo la valentía de ir donde Pilato y pedirle el cuerpo de Jesús.
En ese tiempo vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Y era un hombre recto y muy piadoso. Él esperaba con ansias la esperanza de Israel, y el Espíritu Santo estaba sobre él.
Y en ese momento, llegó donde ellos estaban, y comenzó a alabar a Dios. Y les habló de Jesús a todos los que estaban allí los que esperaban el tiempo en que Dios libertaría a Jerusalén.
Entonces dijo: “Jesús, por favor, acuérdate de mí cuando entres a tu reino”.
Había una vez un hombre de Ramataim de Zofim, en la región montañosa de Efraín. Su nombre era Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Tohu, hijo de Zuf, de la tribu de Efraín.