y les dijo: “Ustedes trajeron a este hombre delante de mí, acusándolo de incitar al pueblo a la rebelión. Lo he examinado cuidadosamente delante de ustedes, y no lo encuentro culpable de los cargos que ustedes han presentado contra él.
Lucas 23:22 - Versión Biblia Libre Pilato les preguntó por tercera vez: “¿Por qué? ¿Qué crimen ha cometido él? No encuentro ninguna razón para ejecutarlo. Así que lo mandaré a azotar y luego lo dejaré en libertad”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Él les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho este? Ningún delito digno de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré. Biblia Nueva Traducción Viviente Por tercera vez insistió Pilato: «¿Por qué? ¿Qué crimen ha cometido? No encuentro ninguna razón para condenarlo a muerte. Lo haré azotar y luego lo soltaré». Biblia Católica (Latinoamericana) Por tercera vez les dijo: 'Pero ¿qué mal ha hecho este hombre? Yo no he encontrado nada que merezca la muerte; por eso, después de azotarlo, lo dejaré en libertad. La Biblia Textual 3a Edicion Él entonces, les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal hizo éste? Ningún delito de muerte hallé en él. Después de azotarlo pues, lo soltaré. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Insistió Pilato por tercera vez.'¿Pues qué mal ha hecho éste? Yo no he encontrado en él ningún delito de muerte; así que le daré un escarmiento y lo pondré en libertad'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él les dijo la tercera vez: ¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho Éste? No he hallado culpa de muerte en Él; le castigaré, pues, y le soltaré. |
y les dijo: “Ustedes trajeron a este hombre delante de mí, acusándolo de incitar al pueblo a la rebelión. Lo he examinado cuidadosamente delante de ustedes, y no lo encuentro culpable de los cargos que ustedes han presentado contra él.
Pero ellos insistieron con gritos, exigiendo que fuera crucificado. Sus gritos surtieron efecto,
Entonces Pilato le dijo a los jefes de los sacerdotes y a las multitudes: “Yo no encuentro a este hombre culpable de ningún crimen”.
Sino que fueron liberados con la preciosa sangre de Cristo, que fue como un cordero sin mancha ni defecto.
Y Jesús murió por culpa de los pecados, una vez y para siempre, el Único que es completamente verdadero y justo, por aquellos que somos malos, para poder llevarnos a Dios. Fue llevado a muerte en su cuerpo, pero vino a la vida en el espíritu.