Hay quienes se ven a sí mismos como puros, pero están sucios y no se han lavado.
Lucas 15:7 - Versión Biblia Libre Les aseguro que hay más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve que no necesitan arrepentimiento. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento. Biblia Nueva Traducción Viviente De la misma manera, ¡hay más alegría en el cielo por un pecador perdido que se arrepiente y regresa a Dios que por noventa y nueve justos que no se extraviaron! Biblia Católica (Latinoamericana) Yo les digo que de igual modo habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que vuelve a Dios que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de convertirse. La Biblia Textual 3a Edicion Os digo, que así habrá más° gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de arrepentimiento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Os digo que igualmente habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de conversión. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos, que no necesitan arrepentimiento. |
Hay quienes se ven a sí mismos como puros, pero están sucios y no se han lavado.
Y si la encuentra, yo les digo que ese hombre se regocija más por esa oveja que por las noventa y nueve que no se perdieron.
Les aseguro que hay alegría en la presencia de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
“Entonces el hermano mayor le dijo a su padre: ‘Mira, todos estos años te he servido, y nunca te he desobedecido, pero nunca me diste siquiera un becerro pequeño para hacer una fiesta con mis amigos.
¡Pero deberías estar feliz y celebrar! ¡Este es tu hermano que estaba muerto, pero ha vuelto a vivir; estaba perdido pero lo hemos encontrado!’”
Luego, al llegar a casa llama a sus amigos y vecinos y los invita, diciendo: ‘¡Vengan y celebren conmigo! ¡He encontrado a mi oveja perdida!’
“Imaginen que una mujer tiene diez monedas de plata, y pierde una de ellas. ¿No encendería ella una lámpara y luego barrería la casa, buscando cuidadosamente hasta encontrarla?
Pero Jesús les dijo: “Ustedes parecen ser personas piadosas, pero Dios conoce sus corazones. Porque Dios desprecia lo que la gente más aprecia.
“No vine a llamar al arrepentimiento a los que viven en rectitud. Vine a llamar a los pecadores”.
Yo solía vivir sin darme cuenta de lo que la ley realmente significaba, pero cuando comprendí las implicaciones de ese mandamiento, entonces el pecado volvió a la vida y morí.