Haré que tu lengua se pegue al paladar. No podrás hablar ni quejarte con ellos, aunque sean un pueblo rebelde.
Lucas 1:22 - Versión Biblia Libre Cuando finalmente salió, no pudo hablarles. Y ellos se dieron cuenta de que había tenido una visión en el Templo, pues aunque podía hacer señas, estaba completamente mudo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero cuando salió, no les podía hablar; y comprendieron que había visto visión en el santuario. Él les hablaba por señas, y permaneció mudo. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando por fin salió, no podía hablarles. Entonces, por las señas que hacía y su silencio, se dieron cuenta de que seguramente había tenido una visión en el santuario. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando finalmente salió, no podía hablarles, y comprendieron que había tenido alguna visión en el Santuario. Intentaba comunicarse por señas, pues permanecía mudo. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando salió, no podía hablarles; y comprendieron que había visto° una visión en el santuario, porque les hacía señas, pero permanecía mudo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando, por fin, salió, no podía hablarles; y entonces comprendieron que había tenido en el santuario alguna visión. Él intentaba explicarse por señas, pues seguía mudo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando salió, no les podía hablar; y entendieron que había visto visión en el templo, pues les hablaba por señas, y permanecía mudo. |
Haré que tu lengua se pegue al paladar. No podrás hablar ni quejarte con ellos, aunque sean un pueblo rebelde.
Afuera el pueblo estaba esperando a Zacarías, preguntándose por qué estaba demorando tanto en el Templo.
Entonces le preguntaron por señas a Zacarías, el padre del niño, cómo quería llamar a su hijo.
Simón Pedro le hizo señas para que le preguntara a Jesús de cuál de todos ellos hablaba.
Pedro levantó su mano para indicarles que guardaran silencio, y entonces les explicó cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. “Hagan saber de esto a Santiago y a los hermanos”, les dijo, y luego se marchó a otro lugar.
Y los judíos que estaban en la multitud empujaron a Alejandro hacia el frente. Entonces Alejandro movió su mano indicando que guardaran silencio, queriendo explicar las cosas a la gente.
Entonces el comandante le dio permiso para hablar. Así que Pablo se puso en pie en las escaleras e hizo señal para que hicieran silencio. Cuando todo estuvo en silencio, comenzó a hablarles en arameo.