Haz que tu hermano Aarón y sus hijos vistan esta ropa y luego úngelos y ordénalos. Dedícalos para que puedan servirme como sacerdotes.
Levítico 10:7 - Versión Biblia Libre No salgas de la entrada del Tabernáculo de Reunión, o morirás, porque has sido ungido por el Señor”. Hicieron lo que dijo Moisés. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Ni saldréis de la puerta del tabernáculo de reunión, porque moriréis; por cuanto el aceite de la unción de Jehová está sobre vosotros. Y ellos hicieron conforme al dicho de Moisés. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero no salgan de la entrada del tabernáculo o morirán, porque ustedes fueron ungidos con el aceite de unción del Señor». Entonces hicieron lo que Moisés les ordenó. Biblia Católica (Latinoamericana) Ustedes no saldrán de la Tienda de las Citas si no quieren morir, pues está sobre ustedes el óleo de la unción de Yavé. Ellos actuaron en todo conforme al precepto de Moisés. La Biblia Textual 3a Edicion Y no saldréis por la entrada de la Tienda de Reunión para que no muráis, por cuanto el aceite de la unción de YHVH está sobre vosotros. Y ellos hicieron conforme a la palabra de Moisés. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No os alejéis de la entrada de la tienda del encuentro, no sea que muráis, porque el óleo de la unción de Yahveh está en vosotros'. Ellos hicieron lo que Moisés les ordenó. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ni saldréis de la puerta del tabernáculo de la congregación, porque moriréis; por cuanto el aceite de la unción de Jehová está sobre vosotros. Y ellos hicieron conforme al dicho de Moisés. |
Haz que tu hermano Aarón y sus hijos vistan esta ropa y luego úngelos y ordénalos. Dedícalos para que puedan servirme como sacerdotes.
Luego usa el aceite de la unción para ungirlo, vertiéndolo sobre su cabeza.
“Unjan a Aarón y a sus hijos también y dedíquenlos para que sirvan como sacerdotes para mí.
No debe salir para tratar asuntos de un difunto o hacer que el santuario de su Dios sea impuro porque ha sido dedicado por el aceite de la unción de su Dios. Yo soy el Señor.
Moisés derramó parte del aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón para ungirlo y dedicarlo.
Moisés tomó entonces parte del aceite de la unción y parte de la sangre del altar. Roció ambos sobre las ropas de Aarón y sus hijos. Así es como dedicó las ropas de Aarón y sus hijos.
“Deja que los muertos entierren a sus propios muertos”, le respondió Jesús. “Tú ve y proclama el reino de Dios”.
Es la buena noticia sobre Jesús de Nazaret y cómo Dios lo ungió con el Espíritu Santo, con poder, y cómo anduvo por todas partes haciendo el bien, sanando a todos los que estaban bajo control del diablo, porque Dios estaba con él.
Él nos ha dado a nosotros y también a ustedes la fuerza para permanecer firmes en Cristo. Dios nos ha ungido,