“¿No está el Señor Dios contigo? ¿No te ha dado la paz en todas tus fronteras?” , preguntó. “¿Por qué? Porque ha puesto a los habitantes de la tierra bajo mi poder, y ahora están sometidos al Señor y a su pueblo.
Jueces 4:23 - Versión Biblia Libre Ese día Dios derrotó a Jabín, rey de Canaán, en presencia de los israelitas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Así abatió Dios aquel día a Jabín, rey de Canaán, delante de los hijos de Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, ese día Israel vio a Dios derrotar a Jabín, el rey cananeo. Biblia Católica (Latinoamericana) Ese día Dios humilló a Yabín, rey de Canaán, ante los israelitas. La Biblia Textual 3a Edicion Así humilló ’Elohim en aquel día a Yabín, rey de Canaán, ante los hijos de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así humilló Dios aquel día a Yabín, rey de Canaán, ante los israelitas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así abatió Dios aquel día a Jabín, rey de Canaán, delante de los hijos de Israel. |
“¿No está el Señor Dios contigo? ¿No te ha dado la paz en todas tus fronteras?” , preguntó. “¿Por qué? Porque ha puesto a los habitantes de la tierra bajo mi poder, y ahora están sometidos al Señor y a su pueblo.
Sus descendientes entraron y se apoderaron de la tierra. Delante de ellos conquistaste a los cananeos que vivían allí, entregándoles sus reyes y su pueblo para que hicieran con ellos lo que quisieran.
Me hiciste fuerte para la batalla; hiciste que todos aquellos que se levantaron en mi contra, cayeran de rodillas ante mí.
Él somete a los otros pueblos bajo nosotros; pone a las naciones bajo nuestros pies.
No me tomaría tanto tiempo derrotar a sus enemigos, ni derribar a los que están en su contra.
Cuando todo haya sido puesto bajo la autoridad de Cristo, entonces el Hijo también se pondrá bajo la autoridad de Dios, para que Dios, quien le dio autoridad al Hijo sobre todas las cosas, pueda ser todo en todas las cosas.
Ellos, por su fe en Dios conquistaron reinos, hicieron lo recto, recibieron las promesas de Dios, cerraron la boca de leones,
Cuando Barak pasó, buscando a Sísara, Jael salió a su encuentro y le dijo: “Ven aquí y te mostraré al hombre que buscas”. Él entró con ella, y allí yacía Sísara, muerto, con la estaca de la tienda atravesada en la sien.
A partir de entonces Israel se hizo cada vez más poderoso hasta que destruyó a Jabín, rey de Hazor.