Jueces 16:3 - Versión Biblia Libre Pero Sansón sólo se quedó hasta la mitad de la noche. Agarró las puertas de la ciudad junto con sus dos postes y las arrancó, junto con la barra de la cerradura. Se las puso sobre los hombros y las llevó a la colina frente a Hebrón. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Mas Sansón durmió hasta la medianoche; y a la medianoche se levantó, y tomando las puertas de la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, se las echó al hombro, y se fue y las subió a la cumbre del monte que está delante de Hebrón. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Sansón estuvo acostado solamente hasta la medianoche. Luego se levantó, agarró las puertas de la ciudad con los dos postes y las levantó con tranca y todo. Se las puso sobre los hombros y las llevó a cuestas hasta la cima de la colina situada frente a Hebrón. Biblia Católica (Latinoamericana) Sansón estuvo acostado hasta la medianoche. Se levantó a medianoche, tomó las puertas de la ciudad con su marco y las arrancó junto con su tranca. Se las echó a la espalda y se las llevó a la cumbre de la montaña que está frente a Hebrón. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Sansón permaneció acostado hasta la medianoche, y a la medianoche se levantó, y agarrando las hojas de la puerta de la ciudad con sus dos postes, las arrancó con todo y barra,° y echándoselos a cuestas, subió a la cumbre del monte que está enfrente de Hebrón. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sansón estuvo durmiendo hasta la media noche. Luego, a media noche, se levantó, aferró las dos hojas de la puerta de la ciudad junto con las dos jambas y el cerrojo, las arrancó; se las echó sobre los hombros y las subió a la cima de la colina que está frente a Hebrón. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas Sansón durmió hasta la media noche; y a la media noche se levantó, y tomando las puertas de la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, se las echó al hombro, y se fue, y se subió con ellas a la cumbre del monte que está delante de Hebrón. |
El que abre el camino para ellos los guiará, rompiendo las puertas y dejándolos salir. Su Rey los guiará. El Señor mismo irá a la cabeza.
Pero Dios lo levantó nuevamente a la vida, libertándolo de la carga de la muerte, porque la muerte no tuvo poder para tenerlo prisionero.
Los hombres de Gaza se enteraron de que Sansón estaba allí, así que se reunieron para pasar la noche acechándolo a las puertas de la ciudad. Estuvieron callados toda la noche, susurrando entre ellos: “Lo mataremos cuando amanezca”.
Más tarde se enamoró de una mujer llamada Dalila que vivía en el valle de Sorec.