Entonces el comandante llegó y arrestó a Pablo, ordenando que lo ataran con dos cadenas. Entonces preguntó quién era él y qué había hecho.
Jueces 16:12 - Versión Biblia Libre Así que Dalila consiguió unas cuerdas nuevas y lo ató con ellas. Gritó: “¡Sansón, los filisteos han venido a por ti!”. Como antes, los hombres se escondieron en su habitación. Pero de nuevo Sansón rompió las cuerdas de sus brazos como si fueran finos hilos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y Dalila tomó cuerdas nuevas, y le ató con ellas, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y los espías estaban en el aposento. Mas él las rompió de sus brazos como un hilo. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Dalila tomó sogas nuevas y ató a Sansón con ellas. Los hombres estaban escondidos en otra habitación como antes, y de nuevo Dalila gritó: «¡Sansón! ¡Los filisteos han venido a capturarte!»; pero otra vez Sansón rompió las sogas que le ataban los brazos como si fueran hilos. Biblia Católica (Latinoamericana) Dalila lo amarró con cuerdas nuevas; luego dijo: '¡Sansón, los filisteos te atacan!' Le habían preparado una emboscada en su pieza, pero él rompió las cuerdas como si fueran hilo. La Biblia Textual 3a Edicion Y Dalila tomó sogas nuevas y lo ató con ellas, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos te acometen! (y los hombres permanecían al acecho en el aposento interior). Pero él rompió las sogas de sus brazos como un hilo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tomó entonces Dalila cuerdas nuevas, lo ató con ellas y gritó: '¡Sobre ti los filisteos, Sansón!'. Había en la alcoba hombres apostados en acecho. Pero él rompió las cuerdas de sus brazos como un hilo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Dalila tomó cuerdas nuevas, y le ató con ellas, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y los espías estaban en una cámara. Mas él las rompió de sus brazos como un hilo. |
Entonces el comandante llegó y arrestó a Pablo, ordenando que lo ataran con dos cadenas. Entonces preguntó quién era él y qué había hecho.
Cuando Sansón se acercó a Lejí, los filisteos corrieron hacia él, gritándole. Pero el Espíritu del Señor lo invadió, y las cuerdas que le ataban los brazos se debilitaron como el lino quemado, y sus manos se soltaron.
“Si me atan bien con cuerdas nuevas que no se hayan usado antes, me debilitaré como cualquier otro”, le dijo él.
Dalila le dijo a Sansón: “¡Sigues haciéndome quedar como una estúpida, diciéndome estas mentiras! Sólo dime qué se puede usar para atarte”. “Si tejieras las siete trenzas de mi cabello en la red del telar y las apretaras con el alfiler, me volvería tan débil como cualquier otro”, le dijo él. Así que, mientras él dormía, Dalila tomó las siete trenzas de su cabeza, las tejió en la red,