Yo la bendeciré y prometo darte un hijo por medio de ella. Yo la bendeciré para que se convierta en la madre de todas las naciones, y habrá reyes entre sus descendientes”.
Jueces 13:3 - Versión Biblia Libre El Ángel del Señor se le apareció y le dijo: “Es cierto que no podías concebir y no tienes hijos, pero ahora vas a quedar embarazada y darás a luz un hijo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 A esta mujer apareció el ángel de Jehová, y le dijo: He aquí que tú eres estéril, y nunca has tenido hijos; pero concebirás y darás a luz un hijo. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el ángel del Señor se le apareció a la esposa de Manoa y le dijo: «Aunque no has podido tener hijos, pronto quedarás embarazada y darás a luz un hijo varón. Biblia Católica (Latinoamericana) El ángel de Yavé se apareció a la mujer y le dijo: 'Hasta ahora has sido estéril y no has tenido hijos, pero vas a concebir y darás a luz un hijo. La Biblia Textual 3a Edicion Pero el ángel de YHVH se apareció a aquella mujer y le dijo: He aquí que eres estéril y no has tenido descendencia, pero concebirás y darás a luz un hijo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se le apareció a esta mujer el ángel de Yahveh y le dijo: 'Mira, eres estéril y nunca has dado a luz, pero vas a concebir y darás a luz un hijo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el Ángel de Jehová apareció a esta mujer, y le dijo: He aquí que tú eres estéril, y no has dado a luz; mas concebirás y darás a luz un hijo. |
Yo la bendeciré y prometo darte un hijo por medio de ella. Yo la bendeciré para que se convierta en la madre de todas las naciones, y habrá reyes entre sus descendientes”.
Entonces uno de ellos le dijo: “Te prometo que el próximo año volveré a visitarte por estos días, y tu esposa Sara tendrá un hijo”.Y Sara estaba escuchando mientras se ocultaba a la entrada de la tienda, detrás de él.
¿Acaso hay algo difícil para el Señor? Volveré el próximo año durante la primavera, tal como te lo dije, y para entonces Sara tendrá un hijo”.
Entonces Eliseo le dijo: “El año que viene, por estas fechas, tendrás un hijo en brazos”. “¡No, mi señor!”, respondió ella. “¡Hombre de Dios, no le mientas a tu sierva!”
Entonces un ángel del Señor se le apareció a Zacarías, y se puso en pie a la derecha del altar del incienso.
Pero el ángel le dijo: “No tengas miedo, Zacarías. Tu oración ha sido escuchada, y tu esposa Isabel concebirá de ti un hijo, y le llamarás Juan.
Entonces ella corrió rápidamente a decirle a su marido: “¡Mira! El hombre que se me apareció el otro día ha vuelto”.
Manoa le dijo al ángel del Señor: “Por favor, déjanos retenerte aquí mientras te preparamos una comida de un cabrito”.
La mujer fue y le dijo a su marido: “Un hombre de Dios vino a mí. Parecía el Ángel de Dios, realmente aterrador. No le pregunté de dónde venía, y no me dijo su nombre.
Entonces Manoa oró al Señor: “Por favor, Señor, que el hombre de Dios que nos enviaste regrese a nosotros para explicarnos qué debemos hacer con el niño que va a nacer”.
El ángel del Señor fue de Gilgal a Boquín y le dijo al pueblo: “Yo los saqué de la tierra de Egipto y los traje a esta tierra que les prometí a sus antepasados, y les dije que nunca rompería el acuerdo que hice con ustedes.
El Señor se dirigió a él y le dijo: “Ve con la fuerza que tienes y salva a Israel de los madianitas. ¿No soy yo quien te envía?”
A su debido tiempo, Ana quedó embarazada y dio a luz un hijo. Le puso el nombre de Samuel, diciendo: “Porque se lo pedí al Señor”.