Todo lo que hagas, hazlo con todas tus fuerzas, porque cuando vayas a la tumba ya no habrá trabajo ni pensamiento, ni conocimiento ni sabiduría.
Juan 8:2 - Versión Biblia Libre Temprano por la mañana, Jesús regresó al Templo donde muchas personas se reunieron alrededor de él, y él se sentó y les enseñaba. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Biblia Nueva Traducción Viviente pero muy temprano a la mañana siguiente, estaba de vuelta en el templo. Pronto se juntó una multitud, y él se sentó a enseñarles. Biblia Católica (Latinoamericana) Al amanecer estaba ya nuevamente en el Templo; toda la gente acudía a él, y él se sentaba para enseñarles. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero, al amanecer, se presentó de nuevo en el templo. Todo el pueblo acudía a él, y él, allí sentado, los instruía. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y por la mañana vino otra vez al templo, y todo el pueblo vino a Él; y sentándose, les enseñaba. |
Todo lo que hagas, hazlo con todas tus fuerzas, porque cuando vayas a la tumba ya no habrá trabajo ni pensamiento, ni conocimiento ni sabiduría.
Desde el año trece del reinado de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, hasta ahora, veintitrés años en total, me han llegado mensajes del Señor, y les he dicho lo que él decía una y otra vez, pero ustedes no han escuchado.
Me han dado la espalda. Ni siquiera me miraron. A pesar de que seguí tratando de enseñarles, se negaron a escuchar o a aceptar la instrucción.
Yo les envié a todos mis siervos los profetas una y otra vez para advertirles: “No hagan estas cosas ofensivas que yo odio”.
Entonces Jesús le dijo a la turba: “¿Han venido con espadas y palos para arrestarme como si yo fuese algún criminal? Todos los días me sentaba en el Templo a enseñarles y en ese momento no me arrestaron.
Todos los días Jesús enseñaba en el Templo, y todas las noches iba y se quedaba en el Monte de los Olivos.
Y todas las personas venían temprano en la mañana para escucharlo en el Templo.
Volvió a enrollarlo y lo devolvió al encargado. Entonces se sentó. Y todos en la sinagoga lo miraban.
Entonces Jesús se montó en uno de ellos, el que pertenecía a Simón, y le pidió que lo empujara hacia el agua, un poco más allá de la orilla. Entonces Jesús se sentó en el bote y desde allí les enseñaba a las personas.
Jesús les explicó: “Mi comida es hacer la voluntad de Aquél que me envió y completar su obra.
Jesús explicaba esto mientras enseñaba cerca de la tesorería del Templo. Sin embargo, nadie lo arrestó porque aún no había llegado su tiempo.
Los maestros y los Fariseos le trajeron una mujer que fue atrapada mientras cometía adulterio y la hicieron permanecer ahí en pie, delante de todos.
Entonces ellos hicieron como el ángel les dijo y fueron al Templo, cerca del amanecer, y comenzaron a enseñar. Entonces el sumo sacerdote y sus seguidores convocaron una reunión de concilio con todos los líderes de Israel. Y mandaron a buscar a los apóstoles a la prisión.