Purifícame con hisopo para que pueda quedar limpio; lávame para que pueda ser blanco como la nieve.
Juan 19:34 - Versión Biblia Libre Sin embargo, uno de los soldados clavó una lanza en su costado, y salió sangre mezclada con agua. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y, de inmediato, salió sangre y agua. Biblia Católica (Latinoamericana) sino que uno de los soldados le abrió el costado con la lanza, y al instante salió sangre y agua. La Biblia Textual 3a Edicion sino que uno de los soldados le abrió el costado con su lanza, y al instante salió sangre y agua. Biblia Serafín de Ausejo 1975 sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza; y al momento salió sangre y agua. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. |
Purifícame con hisopo para que pueda quedar limpio; lávame para que pueda ser blanco como la nieve.
También derramaré sobre ti agua pura, y quedarás limpio. Te lavaré de toda tu impureza y de todos tus ídolos.
Yo enviaré un espíritu de gracia y oración en la casa de David y sobe los habitantes de Jerusalén. Ellos mirarán al que han atravesado, y se lamentarán sobre él, como quien guarda luto por su único hijo, llorando amargamente por su romogénito.
Ese día se abrirá una fuente que brotará continuamenteporque la casa de David y el pueblo de Jerusalén para limpiar su pecado e impureza.
Al día siguiente, después del día de la Preparación, los jefes de los sacerdotes fueron juntos a ver a Pilato.
pero cuando se acercaron a Jesús, vieron que ya estaba muerto, así que no le partieron sus piernas.
Después de este saludo, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos estaban llenos de alegría por ver al Señor.
Es por él que ustedes viven en Jesucristo, a quien Dios puso como sabiduría para nosotros. Él nos hace justos y nos hace libres.
Algunos de ustedes eran así, pero han sido limpiados y santificados. Han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo, y en el Espíritu de nuestro Dios.
Pues él se entregó a sí mismo por nosotros, para podernos libertar de toda nuestra maldad, y para limpiarnos para él, como un pueblo que le pertenece, y que está dispuesto a hacer el bien.
Pues si la sangre de cabras y toros, y las cenizas de vaca rociadas sobre lo que está ritualmente impuro pueden hacer que el cuerpo esté ceremonialmente puro,
Conforme a la ley ceremonial, casi todo se purificaba con sangre, y sin derramamiento de sangre, nada quedaría ritualmente limpio de la mancha del pecado.
Esta agua simboliza el bautismo que los salva ahora, no limpiando la suciedad de sus cuerpos, sino como una respuesta positiva a Dios, que surge de una conciencia limpia. La resurrección de Jesús es la que posibilita la salvación.
Él es el que vino por agua y sangre, Jesucristo. No solo vino por agua, sino por agua y sangre. El Espíritu prueba y confirma esto, porque el Espíritu es la verdad.
el Espíritu, el agua, y la sangre, y los tres están de acuerdo como si fueran uno.
y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el gobernante de los reyes de la tierra. A Jesús, quien nos ama y nos libertó de nuestros pecados por medio de su sangre,
Y yo respondí: “Mi Señor, tú sabes la respuesta”. Entonces me dijo: “Estos son los que han pasado por gran persecución. Y han lavado sus túnicas, blanqueándolas por medio de la sangre del Cordero.