Le contaré a mi pueblo todas las maravillosas cosas que has hecho; en medio de la congregación te alabaré.
Juan 17:26 - Versión Biblia Libre Yo les he mostrado tu carácter y seguiré dándolo a conocer, para que el amor que tienes por mí esté en ellos, y yo viviré en ellos”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Yo te he dado a conocer a ellos y seguiré haciéndolo. Entonces tu amor por mí estará en ellos, y yo también estaré en ellos». Biblia Católica (Latinoamericana) Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me amas esté en ellos y también yo esté en ellos. La Biblia Textual 3a Edicion Y les di a conocer tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos, y Yo en ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Les he revelado tu nombre, y se lo seguiré revelando, para que el amor con que me has amado esté con ellos, y en ellos también yo.' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún; para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos. |
Le contaré a mi pueblo todas las maravillosas cosas que has hecho; en medio de la congregación te alabaré.
Ese día ustedes sabrán que yo vivo en el Padre, que ustedes viven en mí, y que yo vivo en ustedes.
Jesús respondió: “Aquellos que me aman harán lo que yo digo. Mi Padre los amará, y vendremos a crear un hogar con ellos.
Yo no los llamaré más siervos, porque los siervos no son considerados como de confianza por su amo. Yo los llamo amigos, porque todo lo que mi Padre me dijo yo se los he dicho a ustedes.
Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como una rama no puede producir fruto a menos que permanezca siendo parte de la vid, así ocurre con ustedes: no pueden llevar fruto a menos que permanezcan en mí.
Yo vivo en ellos, y tú vives en mí. Que ellos puedan ser uno completamente, para que el mundo entero sepa que tú me enviaste, y que tú los amas, así como me amas a mí.
“Yo he revelado tu carácter a aquellos que me diste del mundo. Ellos te pertenecían; me los diste a mí, y he hecho lo que tú dijiste.
Yo les he dado el mensaje que tú me diste a mí. Ellos lo aceptaron, estando completamente convencidos de que vine de ti, y ellos creyeron que tú me enviaste.
Aquellos que comen mi carne y beben mi sangre permanecen en mí y yo en ellos.
Yo no vine aquí buscando honra para mí mismo. Pero hay Uno que lo hace por mí y quien juzga a mi favor.
Sin embargo, si Cristo está en ustedes, aunque su cuerpo vaya a morir por causa del pecado, el Espíritu les da vida porque ahora ustedes están justificados delante de Dios.
Es por él que ustedes viven en Jesucristo, a quien Dios puso como sabiduría para nosotros. Él nos hace justos y nos hace libres.
Así como el cuerpo humano es una unidad pero tiene muchas partes. Y todas las partes del cuerpo, aunque son muchas, conforman un cuerpo. Así es Cristo.
He sido justificado con Cristo, de modo que ya no soy yo quien vive, sino Cristo quien vive en mí. La vida que ahora vivo en este cuerpo, la vivo confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó por mí.
Por eso lo alabamos, por su gloriosa gracia que con tanta bondad nos dio en su Hijo amado.
Que Cristo viva en sus corazones a medida que confían en él, a fin de que sembrados profundamente en amor
Dios quiso darles a conocer la gloriosa riqueza de este misterio a las naciones: ¡Cristo viviendo en ustedes es la gloriosa esperanza!
y ustedes han alcanzado plenitud en él. Él es supremo sobre todo gobernante y autoridad.
En esta nueva situación no hay griego ni judío, no hay circuncisos o incircuncisos, extranjeros, bárbaros, esclavos o libres, pues Cristo es todo, y él vive en todos nosotros.
Quiera nuestro Señor Jesucristo mismo y Dios el Padre (quien por medio de su gracia nos dio seguridad eterna y fiel esperanza),
al decir: “Anunciaré tu nombre a mis hermanos; te alabaré entre tu pueblo cuando se reúna”.
Los que guardan sus mandamientos siguen viviendo en él, y él vive en ellos. Y sabemos que él vive en nosotros por el Espíritu que nos ha dado.