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Juan 12:36 - Versión Biblia Libre

Confíen en la luz mientras la tienen para que sean hijos de la luz”. Cuando Jesús terminó de decirles esto, se fue y se ocultó de ellos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pongan su confianza en la luz mientras aún haya tiempo; entonces se convertirán en hijos de la luz. Después de decir esas cosas, Jesús salió y desapareció de la vista de ellos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Mientras tengan la luz, crean en la luz y serán hijos de la luz. Así habló Jesús; después se fue y ya no se dejó ver más.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Mientras tenéis la luz, creed en la luz, para que lleguéis a ser hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y retirándose, se escondió de ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Mientras tenéis la luz creed en la luz, para que seáis hijos de la luz'. Esto dijo Jesús. Luego se fue y se ocultó de su vista.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entre tanto que tenéis luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos.

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Otras versiones



Juan 12:36
17 Referencias Cruzadas  

Levántate y brilla, porque ha llegado tu luz; la gloria del Señor se ha levantado sobre ti.


Y dejándolos allí, se fue entonces a las afueras de la ciudad para quedarse en Betania.


Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad que está construida sobre lo alto de una montaña no puede ocultarse.


“El hombre rico felicitó a su administrador deshonesto por su idea ingeniosa. Los hijos de este mundo son más astutos los unos con los otros, que los hijos de la luz.


Él vino como testigo para hablar acerca de la luz, a fin de que todos pudieran creer por medio de él.


De modo que Jesús no viajaba de manera pública entre los judíos sino que se fue a una ciudad llamada Efraín, en la región cercana al desierto, y permaneció allí con sus discípulos.


Pero a pesar de todos los milagros que él había hecho en presencia de ellos, aún no creían en Jesús.


He venido como una luz que ilumina al mundo, así que si creen en mí no permanecerán en la oscuridad.


Pero aquellos que hacen el bien vienen a la luz, para que se dé a conocer lo que Dios ha hecho en ellos”.


Jesús habló una vez más al pueblo, diciéndoles: “Yo soy la luz del mundo. Si me siguen, no caminarán en la oscuridad, porque tendrán la luz de la vida”.


Ante esto, ellos tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús se ocultó de ellos y se fue del Templo.


En un tiempo ustedes estaban en tinieblas, pero ahora ustedes son luz en el Señor. Deben vivir como hijos de luz


Porque ustedes son todos hijos de la luz e hijos del día. No pertenecemos a la noche ni a las tinieblas.


Pero como nosotros pertenecemos al día, debemos mantener nuestras mentes limpias, ceñidos con la coraza de fe y amor, y usando como casco la esperanza de la salvación.