Después de todo esto, Dios habló con Abrán en una visión, y le dijo: “¡No tengas miedo, Abrán! ¡Yo soy tu protector, y tu gran recompensa!”
Juan 10:35 - Versión Biblia Libre Él llamó ‘dioses’ a estas personas, a aquellos a quienes entregó la palabra de Dios—y la Escritura no se puede modificar. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), Biblia Nueva Traducción Viviente Y ustedes bien saben que las Escrituras no pueden ser modificadas. Así que, si a las personas que recibieron el mensaje de Dios se les llamó “dioses”, Biblia Católica (Latinoamericana) No se puede cambiar la Escritura, y en ese lugar llama dioses a los que recibieron esta palabra de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Si llamó dioses a aquellos a quienes llegó la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si llamó dioses a aquellos a quienes les fue dirigida la palabra de Dios -y no puede rechazarse la Escritura-, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), |
Después de todo esto, Dios habló con Abrán en una visión, y le dijo: “¡No tengas miedo, Abrán! ¡Yo soy tu protector, y tu gran recompensa!”
“Ve y dile a mi siervo David: Esto es lo que dice el Señor: ¿Debes ser tú quien construya una casa para que yo viva en ella?
Así se cumplió lo que el Señor le dijo a Jehú: “Tus descendientes se sentarán en el trono de Israel hasta la cuarta generación”.
Pero el Señor me dijo: ‘Has derramado mucha sangre y has participado en muchas guerras. No debes construir una casa para honrarme porque te he visto derramar mucha sangre en la tierra.
Jehú, hijo de Hanani, el vidente, salió a hacerle frente. Le dijo al rey Josafat: “¿Por qué ayudas a los malvados? ¿Por qué amas a los que odian al Señor? El Señor está enojado contigo por eso.
Después de haberlo crucificado, lanzaron unos dados para dividir su ropa entre ellos.
Les aseguro que hasta que el cielo y la tierra lleguen a su fin, ni una sola letra, ni un solo punto que está en la ley quedarán descontinuados antes de que todo se haya cumplido.
Sin embargo, es más fácil que mueran el cielo y la tierra antes que desaparezca el punto más pequeño de la ley.
Jesús les respondió: “¿Acaso no está escrito en la ley de ustedes: ‘Yo dije, ustedes son dioses’?
Entonces, ¿por qué están diciendo ustedes que aquél a quien Dios apartó y envió al mundo está blasfemando, porque dije ‘yo soy el Hijo de Dios’?
Jesús se dio cuenta entonces que había completado todo lo que había venido a hacer. En cumplimiento de la Escritura, dijo: “Tengo sed”.
“Mis hermanos y hermanas”, dijo, “Las Escrituras, habladas por el Espíritu Santo a través de David, tenían que cumplirse en cuanto a Judas, quien guio a los que arrestaron a Jesús.
Todos deben obedecer a las autoridades de gobierno, porque nadie tiene el poder de gobernar a menos que Dios se lo permita. Estas autoridades han sido puestas allí por Dios.
El Señor tu Dios les enviará un profeta como yo, y será de entre el mismo pueblo. Deben escucharlo.
Entonces Samuel le dijo a Saúl: “El Señor me ha enviado para ungirte como rey de su pueblo Israel. Así que presta atención a lo que el Señor dice.
Pidió consejo al Señor, pero éste no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas.
Entonces David le preguntó al Señor: “¿Debo perseguir a estos asaltantes? ¿Los alcanzaré?” “Sí, persíguelos”, contestó el Señor, “porque definitivamente los alcanzarás y rescatarás a los prisioneros”.