Unos tres meses después le dijeron a Judá: “Tamar, tu nuera ha tenido relaciones sexuales como una prostituta y ahora está embarazada”. “¡Sáquenla y quémenla hasta la muerte!” ordenó Judá.
Josué 2:3 - Versión Biblia Libre Así que el rey de Jericó envió órdenes a Rahab, diciéndole: “Entrega a los hombres que vinieron a visitarte y quédate en tu casa, porque han venido a espiar todo nuestro país”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces el rey de Jericó envió a decir a Rahab: Saca a los hombres que han venido a ti, y han entrado a tu casa; porque han venido para espiar toda la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el rey de Jericó le envió una orden a Rahab: «Saca fuera a los hombres que llegaron a tu casa, porque han venido a espiar todo el territorio». Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces el rey de Jericó mandó a decir a Rahab: 'Haz que salgan esos hombres que se han alojado en tu casa, pues han venido para informarse de nuestro territorio'. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el rey de Jericó envió a decir a Rahab: ¡Echa fuera a esos hombres que llegaron a ti y han entrado en tu casa, pues han venido a espiar todo el país! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces el rey de Jericó envió este mensaje a Rajab: 'Haz salir a los hombres que han venido a ti, los que han entrado en tu casa, pues han venido a explorar todo el país'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el rey de Jericó, envió a decir a Rahab: Saca fuera los hombres que han venido a ti, y han entrado en tu casa; porque han venido a espiar toda la tierra. |
Unos tres meses después le dijeron a Judá: “Tamar, tu nuera ha tenido relaciones sexuales como una prostituta y ahora está embarazada”. “¡Sáquenla y quémenla hasta la muerte!” ordenó Judá.
los jefes militares amonitas le dijeron a Hanún, su rey: “¿Realmente crees que David te envió sus condolencias por respeto a tu padre? ¿No es más probable que David enviara a sus representantes para explorar la ciudad, espiarla y luego conquistarla?”
Cuando llegaron los oficiales de Absalón, le preguntaron a la mujer: “¿Dónde están Ahimaas y Jonatán?” . “Cruzaron el arroyo”, respondió ella. Los hombres los buscaron pero no los encontraron, así que volvieron a Jerusalén.
Pero los príncipes amonitas le dijeron a Hanún: “¿De verdad crees que David honra a tu padre enviándote a estos hombres para consolarte? ¿Acaso no crees que han venido sólo a espiar la tierra para encontrar la manera de conquistarla?”
La gente malvada se salva en tiempos de desastre; es rescatada del día del juicio.
“Lleva al hombre que me maldijo fuera del campamento. Que todos los que le oyeron maldecir pongan sus manos sobre su cabeza; y que todos le apedreen hasta la muerte.
Pilato salió una vez más y les dijo: “Lo traeré aquí para que sepan que no lo encuentro culpable de ningún crimen”.
Después de arrestar a Pedro, lo enviaron a la prisión, con cuatro escuadrones de soldados para vigilarlo. Su plan era traer a Pedro a un juicio público después de la Pascua.
La noche antes de que Herodes lo llevara a juicio, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, encadenado a cada uno de ellos, y había guardas que vigilaban la puerta.
Así lo hicieron, sacando a los cinco reyes de la cueva: los reyes de Jerusalén, Hebrón, Jarmut, Laquis y Eglón.
Pero al rey de Jericó le informaron: “Mira, unos israelitas han venido aquí esta noche para espiar el territorio”.
La mujer se había llevado a los dos hombres y los había escondido. Y le dijo a los mensajeros del rey: “Sí, es verdad, los hombres vinieron a visitarme, pero no sabía de dónde eran.
“Haz guardia en la puerta de la tienda”, le dijo él. “Si viene alguien y te pregunta: ‘¿Hay alguien aquí?’ , sólo di que no”.