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Jeremías 51:3 - Versión Biblia Libre

El arquero no necesita usar su arco; el soldado de infantería no necesita ponerse su armadura. No perdones a sus jóvenes soldados; destina todo su ejército a la destrucción!

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Diré al flechero que entesa su arco, y al que se enorgullece de su coraza: No perdonéis a sus jóvenes, destruid todo su ejército.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

No dejen que los arqueros se pongan sus armaduras ni que tensen sus arcos. ¡No perdonen la vida ni siquiera a sus mejores soldados! Que su ejército sea completamente destruido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Que ninguno de sus arqueros pueda estirar su arco y que nadie se pueda enderezar en su coraza. No tengan piedad con sus jóvenes, destruyan totalmente su ejército.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Que no se vaya el arquero ni el que viste la coraza se retire. No perdonéis a sus jóvenes guerreros,° Exterminad a todas sus huestes,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

No entese el arquero su arco, no vista su coraza. No perdonéis a sus jóvenes, exterminad todo su ejército.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Diré al arquero que entesa su arco, y al que se enorgullece en su coraza: No perdonéis a sus jóvenes, destruid todo su ejército.

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Otras versiones



Jeremías 51:3
12 Referencias Cruzadas  

¡Dichoso el que agarre a tus pequeños y los estrelle contra las rocas!


¡Pongan los arneses a los caballos y suban a sus carros; tomen sus posiciones con los cascos puestos! Afilen sus lanzas y pónganse la armadura.


Todos ustedes, arqueros, alinéense para la batalla alrededor de Babilonia. Disparen contra ella. No ahorren sus flechas, porque ella ha pecado contra el Señor.


Vayan y ataquen la tierra de Merataim y a la gente que vive en Pecod. Mátenlos con espadas, apártenlos para la destrucción, junto con todo lo que dejan atrás. Asegúrense de hacer todo lo que les he ordenado, declara el Señor.


Maten a todos sus novillos con la espada; que sean masacrados. Qué desastre para ellos, porque ha llegado su hora de ser castigados.


Aunque Babilonia pudiera subir al cielo para fortalecer sus altas fortalezas, los que yo envíe a atacarla la destruirán, declara el Señor.


La muerte se ha colado por nuestras ventanas; ha entrado en nuestras fortalezas. Ha matado a los niños que juegan en las calles y a los jóvenes que se reúnen en las plazas.


Afuera en las calles la espada mata a sus hijos, dentro de sus casas, mueren de miedo; jóvenes y mujeres jóvenes, niños y ancianos.


Todo aquél que no muestra misericordia, será juzgado sin misericordia. ¡Sin embargo, la misericordia triunfa sobre el juicio!