Señor, tú eres mi protección. ¿Cómo puedes decirme “Huye hacia las montañas como las aves?”
Jeremías 48:9 - Versión Biblia Libre Levanten lápidas en Moab, porque el país se convertirá en un páramo. Sus ciudades se convertirán en ruinas donde nadie vive. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Dad alas a Moab, para que se vaya volando; pues serán desiertas sus ciudades hasta no quedar en ellas morador. Biblia Nueva Traducción Viviente Oh, si Moab tuviera alas para que volara lejos, porque sus ciudades quedarán abandonadas y nadie vivirá en ellas. Biblia Católica (Latinoamericana) Entierren a Moab,
porque ha sido totalmente destruido;
sus ciudades quedarán hechas un desierto,
y no habrá quien habite en ellas. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Dad alas a Moab, para que escape volando! Sus ciudades quedan desiertas, No hay en ellas morador.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dad alas a Moab, pues tendrá que volar. Sus ciudades serán un desierto, sin que nadie las habite. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Dad alas a Moab, para que volando se escape; porque sus ciudades serán desoladas, hasta no quedar en ellas morador. |
Señor, tú eres mi protección. ¿Cómo puedes decirme “Huye hacia las montañas como las aves?”
Me digo a mí mismo: “¡Si tan solo Dios me diera alas como una paloma para que pudiera volar lejos y estar en paz!
Las mujeres moabitas en los vados del Arnón son como los pájaros que revolotean cuando se destruye su nido.
El Señor no pudo soportarlo más -las cosas malas que hiciste y tus actos repugnantes-, así que tu país se convirtió en un páramo deshabitado, un lugar de horror y una palabra de maldición para los demás, como lo sigue siendo hoy.
¡Prepara tus maletas para el exilio, hija que vives en Egipto! Menfis va a ser destruida, un lugar vacío donde nadie vive.
Ustedes, habitantes de Moab, huyan de sus ciudades, vayan a vivir entre las rocas. Sean como una paloma que anida en los acantilados a la entrada de un barranco.
Por ello, juro por mi vida, declara el Dios Todopoderoso, el Dios de Israel, que los moabitas serán como Sodoma, y los amonitas como Gomorra. Su tierra será un lugar lleno de ortigas y sembrados de sal y ruinas para siempre. Y los que quedan en mi pueblo los saquearán y ocuparán su tierra.
Y a la mujer se le dieron alas de una gran águila para que pudiera volar a un lugar desértico, donde pudiera recibir cuidado por un tiempo, tiempos, y medio tiempo, protegida de la serpiente.