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Génesis 7:9 - Versión Biblia Libre

entraron en el arca que construyó Noé.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

de dos en dos entraron con Noé en el arca; macho y hembra, como mandó Dios a Noé.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entraron en el barco por parejas —macho y hembra— tal como Dios había ordenado a Noé.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entraron de dos en dos, macho y hembra, como Dios lo había ordenado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

de dos en dos llegaron a Noé, al arca, macho y hembra, conforme ’Elohim había ordenado a Noé.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

entraron por parejas con Noé en el arca, machos y hembras, de acuerdo con lo que Dios había ordenado a Noé.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

de dos en dos entraron con Noé en el arca; macho y hembra, como mandó Dios a Noé.

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Otras versiones



Génesis 7:9
12 Referencias Cruzadas  

El Señor Dios usó la tierra para hacer a los animales salvajes y a todas las aves. A todos los animales los trajo hasta donde estaba Adán para que les pusiera nombre, y Adán puso nombre a cada criatura viviente.


Y Noé hizo exactamente lo que Dios le ordenó que hiciera.


Después de siete días, las aguas cayeron sobre la tierra.


Todos entraron con Noé al arca; todos los seres vivos, y en pares.


De cada criatura entró el macho con su hembra, tal como Dios le dijo a Noé. Entonces el Señor cerró la puerta.


Animales impuros e impuros, aves y reptiles,


El lobo y el cordero comerán juntos. El león comerá paja como el buey. Las serpientes comerán polvo. Nada causará daño ni perjuicio en ninguna parte de mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento del Señor, así como el agua llena el mar.


Incluso las cigüeñas en lo alto del cielo saben cuándo es el momento de emigrar. Las tórtolas, los vencejos y los pájaros cantores saben cuándo volar en el momento adecuado del año. Pero mi pueblo no conoce las leyes del Señor.


Ya no hay más judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer, pues ustedes todos son uno en Cristo Jesús.


En esta nueva situación no hay griego ni judío, no hay circuncisos o incircuncisos, extranjeros, bárbaros, esclavos o libres, pues Cristo es todo, y él vive en todos nosotros.