El padre la reconoció de inmediato y dijo: “¡Esta es la túnica de mi hijo! Algún animal salvaje debe habérselo comido. El pobre José ha sido despedazado, ¡no hay duda de ello!”
Génesis 48:11 - Versión Biblia Libre Entonces Israel le dijo a José: “Nunca pensé que volvería a ver tu cara, y ahora Dios me ha dejado ver a tus hijos”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y dijo Israel a José: No pensaba yo ver tu rostro, y he aquí Dios me ha hecho ver también a tu descendencia. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jacob le dijo a José: —Nunca pensé que volvería a ver tu rostro, ¡pero ahora Dios me ha permitido ver también a tus hijos! Biblia Católica (Latinoamericana) Israel dijo a José: ' Nunca pensé que volvería a verte, y ahora Dios me concede ver incluso a tus descendientes. La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo Israel a José: No contaba con ver tu rostro, y fíjate, ’Elohim me ha hecho ver también tu descendencia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Israel a José: 'No contaba yo con ver más tu rostro; pero Dios ha hecho que te viera a ti y también a tu descendencia'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo Israel a José: No pensaba yo ver tu rostro, y he aquí Dios me ha hecho ver también tu simiente. |
El padre la reconoció de inmediato y dijo: “¡Esta es la túnica de mi hijo! Algún animal salvaje debe habérselo comido. El pobre José ha sido despedazado, ¡no hay duda de ello!”
Todos sus hijos e hijas trataron de consolarlo, pero él rechazaba sus intentos. “No”, dijo, “bajaré a mi tumba llorando por mi hijo”. Así que el padre de José siguió llorando por él.
Jacob, su padre, los acusó: “Me han quitado a José, ¡se ha ido! ¡Simeón también se ha ido! ¡Ahora quieren llevarse a Benjamín! ¡Soy yo el que está sufriendo por todo esto!”
“¡José sigue vivo!” le dijeron. “¡Es verdad, y él es el gobernante de todo el país de Egipto!” Jacob se quedó atónito con la noticia, ¡no podía creerlo!
La vista de Israel estaba fallando debido a su edad y no podía ver bien, así que José los acercó a su padre, y él los besó y los abrazó.
José tomó a sus hijos de entre las rodillas de Israel, y se inclinó con el rostro hacia el suelo.
Los ancianos se alegran de sus nietos, y los hijos sienten orgullo de sus padres.
Que por su poder que obra dentro de nosotros, Aquél que es poderoso para hacer más de lo que le pedimos o siquiera alcanzamos a pensar,