Los hijos que José tuvo en la tierra de Egipto con Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On: Manasés y Efraín.
Génesis 48:1 - Versión Biblia Libre Algún tiempo después de esto, le dijeron a José: “Tu padre está enfermo”. Así que José fue a verlo, llevándose a sus dos hijos Manasés y Efraín. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Sucedió después de estas cosas que dijeron a José: He aquí tu padre está enfermo. Y él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín. Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día, no mucho tiempo después, le avisaron a José: «A tu padre ya le queda muy poco tiempo de vida». Entonces José fue a visitarlo, y llevó con él a sus dos hijos, Manasés y Efraín. Biblia Católica (Latinoamericana) Algún tiempo después, avisaron a José de que su padre estaba enfermo. Tomó entonces con él a sus dos hijos, Manasés y Efraím, La Biblia Textual 3a Edicion Después de estos sucesos, se le avisó a José: Mira, tu padre está grave. Entonces él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después de estos sucesos, informaron a José: 'Mira, tu padre está enfermo'. José tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sucedió que después de estas cosas, le dijeron a José: He aquí tu padre está enfermo. Y él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín. |
Los hijos que José tuvo en la tierra de Egipto con Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On: Manasés y Efraín.
Cuando le dijeron a Jacob: “Tu hijo José ha venido a verte”, reunió sus fuerzas y se sentó en la cama.
“Cuento como míos a tus dos hijos Efraín y Manasés que nacieron aquí en Egipto antes de que yo llegara, así como Rubén y Simeón son míos.
y vio tres generaciones de su hijo Efraín, y los hijos de Maquir, el hijo de Manasés, fueron puestos en su regazo cuando nacieron.
Eliseo había enfermado de una enfermedad que acabaría matándolo. Joás, rey de Israel, fue a visitarlo y lloró por él, diciendo: “¡Padre mío, padre mío, los carros y los jinetes de Israel!”
Eliseo murió y fue enterrado. Los asaltantes del país de Moab solían invadir Israel cada primavera.
Después de esto, Job vivió 140 años, viendo a sus hijos y a sus nietos. En realidad, cuatro generaciones.
Entonces las hermanas enviaron un mensaje a Jesús: “Señor, tu amigo está enfermo”.
Confiando en Dios, Jacob, casi a punto de morir, bendijo a los hijos de José, y adoró a Dios apoyado en su bastón.
Los descendientes de José se habían convertido en dos tribus, Manasés y Efraín. A los levitas no se les dio ninguna tierra, sólo ciudades para vivir y pastos para sus rebaños y manadas.