Cuando se puso el sol, Abrán sintió mucho sueño, y a la vez una oscuridad espesa y terrible se puso sobre él.
Génesis 2:21 - Versión Biblia Libre Así que el Señor hizo que Adán durmiera profundamente, y mientras dormía Dios quitó una de las costillas de Adán y después volvió a cerrar el lugar del cual tomó el tejido. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras este dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el Señor Dios hizo que el hombre cayera en un profundo sueño. Mientras el hombre dormía, el Señor Dios le sacó una de sus costillas y cerró la abertura. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Yavé hizo caer en un profundo sueño al hombre y éste se durmió. Le sacó una de sus costillas y rellenó el hueco con carne. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces YHVH ’Elohim hizo caer al hombre en un profundo adormecimiento, y se durmió. Luego tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces Yahveh-Dios hizo caer sobre el hombre un sopor profundo y el hombre se durmió. Le quitó una de sus costillas, y puso carne en su lugar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre Adán, y se quedó dormido; entonces tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar; |
Cuando se puso el sol, Abrán sintió mucho sueño, y a la vez una oscuridad espesa y terrible se puso sobre él.
A través de sueños y visiones en la noche, cuando la gente cae en el sueño profundo, descansando en sus camas,
Pensamientos inquietantes vinieron a mí en pesadillas, como cuando caes en un sueño profundo.
Los perezosos se quedan dormidos con frecuencia; pero su holgazanería indica que están hambrientos.
Mientras me hablaba, perdí el conocimiento mientras me tumbaba boca abajo en el suelo. Pero él me agarró y me ayudó a ponerme de pie.
El hombre no fue hecho a partir de la mujer, sino que la mujer fue hecha del hombre;
David tomó la lanza y la jarra de agua junto a la cabeza de Saúl, y se fueron. Nadie vio nada; nadie supo lo que había pasado; nadie se despertó. Todos se quedaron dormidos, porque el Señor los había hecho caer en un profundo sueño.