Entonces el Señor me dijo: “Tráeme una vaca, una cabray un carnero, todos de tres años de edad, y además una paloma adulta y una paloma joven”.
Génesis 15:8 - Versión Biblia Libre “Pero Señor, ¿cómo podré estar seguro de que es mía?” preguntó Abrán. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar? Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Abram respondió: —Oh Señor Soberano, ¿cómo puedo estar seguro de que realmente voy a poseerla? Biblia Católica (Latinoamericana) Abram le preguntó: 'Señor, ¿en qué conoceré yo que será mía?' La Biblia Textual 3a Edicion Y él dijo: Mi Señor YHVH, ¿en qué sabré que la he de poseer? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió Abrán: 'Señor mío, Yahveh, ¿en qué conoceré que he de heredarla?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él respondió: Señor Jehová ¿en qué conoceré que la he de heredar? |
Entonces el Señor me dijo: “Tráeme una vaca, una cabray un carnero, todos de tres años de edad, y además una paloma adulta y una paloma joven”.
Que Dios te concede a ti y a tus descendientes la misma bendición que le dio a Abraham, para que poseas la tierra en la que eres extranjero, la tierra que Dios le dio a Abraham”.
“Voy a morir pronto”, les dijo José a sus hermanos, “pero Dios estará con ustedes, y los llevará fuera de este país a la tierra que juró dar a Abraham, Isaac y Jacob”.
Ezequías había preguntado antes a Isaías: “¿Cuál es la señal que confirma que el Señor me va a curar y que voy a ir al Templo del Señor dentro de tres días?”
¡Muéstrame una señal de que me apruebas! Los que me odian la verán, y serán avergonzados porque tú, Señor, me has ayudado.
“Pide al Señor, tu Dios, una señal, ya sea tan profunda como donde está enterrada la gente o tan alta como el cielo”.
Ellos han roto mi acuerdo, y no han cumplido los términos del acuerdo que prometieron ante mí. Así que los voy a despedazar como al ternero que cortaron por la mitad para pasar entre sus dos trozos.
Los entregaré a sus enemigos que intentan matarlos. Esto incluye a los líderes de Judá y Jerusalén, a los funcionarios de la corte, a los sacerdotes y a todos los que pasaron entre las piezas del becerro.
“¿Cómo puedo estar seguro de esto?” le preguntó Zacarías al ángel. “Soy un hombre viejo, y mi esposa también está envejeciendo”.