La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Génesis 15:4 - Versión Biblia Libre

Pero entonces el Señor le dijo: “Este hombre no será tu heredero. Tu heredero será tu propio hijo”.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará este, sino un hijo tuyo será el que te heredará.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Después el Señor le dijo: —No, tu siervo no será tu heredero, porque tendrás un hijo propio, quien será tu heredero.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces le llegó una palabra de Yavé: 'Tu heredero no será Eliezer, sino un hijo tuyo, nacido de tu propia carne y sangre.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero, he aquí la palabra de YHVH a él, diciendo: No te heredará éste, sino que te heredará uno que saldrá de tus entrañas.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero Yahveh le respondió: 'No será ése tu heredero; te heredará el salido de tus entrañas'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y he aquí, vino a él la palabra de Jehová, diciendo: No te heredará este, sino el que saldrá de tus entrañas será tu heredero.

Ver Capítulo
Otras versiones



Génesis 15:4
8 Referencias Cruzadas  

Después de todo esto, Dios habló con Abrán en una visión, y le dijo: “¡No tengas miedo, Abrán! ¡Yo soy tu protector, y tu gran recompensa!”


Yo la bendeciré y prometo darte un hijo por medio de ella. Yo la bendeciré para que se convierta en la madre de todas las naciones, y habrá reyes entre sus descendientes”.


Pero Dios le dijo a Abraham: “No te sientas mal en cuanto al hijo de la mujer esclava. Haz lo que Sara te pide, porque tu descendencia será contada a través de Isaac.


David dijo a Abisai y a todos sus oficiales: “Miren, si mi propio hijo está tratando de matarme, ¿por qué no va a quererlo aún más este Benjamíta? Déjenlo en paz; que me maldiga, porque el Señor se lo ha dicho.


Porque cuando llegues al final de tu vida y te unas a tus antepasados en la muerte, llevaré al poder a uno de tus descendientes, a uno de tus hijos, y me aseguraré de que su reino tenga éxito.


El Señor envió un ángel que aniquiló a todos los guerreros, jefes y comandantes del campamento del rey asirio. Así que regresó a su casa en desgracia. Cuando entró en el templo de su dios, algunos de sus propios hijos lo mataron con sus espadas.


Ahora, amigos míos, nosotros somos hijos de la promesa tal como Isaac.


Lo envío, pues, con mis más sinceros deseos.