Los descendientes de estos ancestros se esparcieron por las áreas costeras, cada grupo con su propio idioma, con sus failias que se convirtieron en diferentes naciones.
Génesis 10:4 - Versión Biblia Libre Los hijos de Jabán: Elisá, Tarsis, Quitín, y Rodanín. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y Dodanim. Biblia Nueva Traducción Viviente Los descendientes de Javán fueron Elisa, Tarsis, Quitim y Rodanim. Biblia Católica (Latinoamericana) Hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quittim y Dodanim. La Biblia Textual 3a Edicion Y los hijos de Javán: Elisha y Tarsis, Kitim y Dodanim. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hijos de Yaván: Elisá, Tarsis, los queteos y los rodenses. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los hijos de Javán: Elisa, y Tarsis, Quitim y Dodanim. |
Los descendientes de estos ancestros se esparcieron por las áreas costeras, cada grupo con su propio idioma, con sus failias que se convirtieron en diferentes naciones.
Un mensaje sobre Tiro. ¡Aúllen, gente de los barcos de Tarsis! La ciudad de Tiro ha sido destruida y no queda niguna de sus casas ni cosa alguna en el puerto. Se enteraron de la noticia por la gente de Chipre.
Dijo: “No festejes más, virgen maltratada hija de Sidón. Ve y navega hasta Chipre; pero ni siquiera allí encontrarás descanso”.
Tarsis comerciaba contigo porque tenías mucho de todo. Pagaban tus mercancías con plata, hierro, estaño y plomo.
“Los barcos comerciales de Tarsis transportaban tus mercancías. Eras como un barco que navega por el mar, lleno de carga pesada.
Hicieron tus remos con robles de Basán. Hicieron traer madera de la isla de Chipre para hacer tu cubierta y la incrustaron con marfil.
Hicieron tu vela con el mejor lino de Egipto; ésta fue tu bandera que todos reconocieron. Con telas teñidas de azul y púrpura de las costas de Elisa hicieron tus toldos.
Los barcos de Chipre vendrán a atacarlo, asustándolo para que se retire. Pero esto lo hará enloquecer, y atacará a la gente del santo acuerdo, reconociendo a los que abandonan su compromiso con el santo acuerdo.
Se enviarán barcos desde Chipre para atacar Asiria y Eber, pero también serán destruidos permanentemente”.