Su valor no se puede medir, ni siquiera con el oro de Ofir; es más precioso que el ónix o el lapislázuli.
Éxodo 39:6 - Versión Biblia Libre Colocaron las piedras de ónix en engastes de oro ornamental, grabando los nombres de las tribus israelitas de la misma manera que un joyero graba un sello personal. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y labraron las piedras de ónice montadas en engastes de oro, con grabaduras de sello con los nombres de los hijos de Israel, Biblia Nueva Traducción Viviente Luego se incrustaron las dos piedras de ónice en monturas de filigrana de oro. Las piedras tenían grabados los nombres de las tribus de Israel como se graba un sello. Biblia Católica (Latinoamericana) Prepararon igualmente las piedras ónices engastadas en oro y grabadas, como se graban los sellos, con los nombres de los hijos de Israel;' La Biblia Textual 3a Edicion Luego prepararon las piedras de ónice engastadas con filigrana de oro, grabadas con grabado de un sello según los nombres de los hijos de Israel, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Trabajaron las piedras de ónice, engarzadas en filigranas de oro, en las que estaban grabados, según el arte de grabar los sellos, los nombres de las tribus de Israel, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y labraron las piedras de ónice montadas en engastes de oro, grabadas de grabadura de sello con los nombres de los hijos de Israel: |
Su valor no se puede medir, ni siquiera con el oro de Ofir; es más precioso que el ónix o el lapislázuli.
y piedras de ónix y otras gemas para ser usadas en la fabricación del efod y el pectoral.
Escribe los nombres en las dos piedras de la misma manera que un joyero graba un sello personal. Luego coloque las piedras en un adorno de oro.
Ata ambas piedras a las piezas del hombro del efod como recordatorio para las tribus israelitas. Aarón debe llevar sus nombres en sus dos hombros para recordar a los israelitas que los representa cuando va a la presencia del Señor.
La cintura del efod era una pieza hecha de la misma manera, usando hilo de oro, con hilo azul, púrpura y carmesí, y con lino fino, como el Señor había ordenado a Moisés.
Estabas en el Edén, el jardín de Dios. Llevabas toda clase de piedras preciosas: cornalina, topacio y amatista; berilo, ónice y jaspe; lapislázuli, turquesa y esmeralda. Fueron colocados en monturas y engastes de oro, con un trabajo artesanal, y fueron hechos el día en que fuiste creado.