Éxodo 32:16 - Versión Biblia Libre Dios había hecho las tablas, y Dios mismo había grabado la escritura. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas. Biblia Nueva Traducción Viviente Estas tablas eran obra de Dios; cada palabra estaba escrita por Dios mismo. Biblia Católica (Latinoamericana) Las tablas eran obra de Dios, como también la escritura era la escritura de Dios, grabada sobre ellas. La Biblia Textual 3a Edicion Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Las dos tablas eran obra de Dios, y la escritura grabada en ellas era escritura de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas. |
Cuando el Señor terminó de hablar con Moisés en el Monte Sinaí, le dio las dos tablas del Testimonio, tablas de piedra escritas por el dedo de Dios.
Moisés se volvió y bajó del monte, llevando las dos tablas de piedra de la Ley escritas a ambos lados.
Cuando Josué escuchó todos los gritos del campamento, le dijo a Moisés: “¡Suena como una pelea en el campamento!”
El Señor le dijo a Moisés: “Corta dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré en ellas de nuevo las mismas palabras que estaban en las primeras tablas, las que tú rompiste.
Entonces Moisés cortó dos tablas de piedra como las anteriores y subió al monte Sinaí por la mañana temprano como el Señor le había ordenado, llevando consigo las dos tablas de piedra.
Ustedes demuestran que son una carta de Cristo, entregada por nosotros; no escrita con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no escrita sobre piedras, sino en corazones humanos.
Sin embargo, la antigua forma de relacionarnos con Dios, escrita en piedras, terminó en muerte, aunque fue entregada con la gloria de Dios, tanto así, que los israelitas no pudieron soportar ver el rostro de Moisés porque era muy brillante, aunque esa gloria se estaba desvaneciendo.
Después de eso el Señor me dijo: “Corta dos tablas de piedra como las primeras, haz un Arca de madera, y ven a mí en la montaña.
Volví a bajar la montaña mientras aún estaba en llamas, llevando las dos tablas del pacto.
“Esta es la relación que le prometo a la casa de Israel: Después de ese tiempo, dice el Señor, yo pondré mis leyes en sus mentes, y las escribiré en sus corazones. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.