Esdras 10:2 - Versión Biblia Libre Secanías, hijo de Jehiel, un elamita, dijo a Esdras: “Sí, hemos sido infieles a nuestro Dios porque nos hemos casado con mujeres extranjeras de los pueblos de la tierra. Pero aun así, todavía hay esperanza para Israel en cuanto a esto. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces respondió Secanías hijo de Jehiel, de los hijos de Elam, y dijo a Esdras: Nosotros hemos pecado contra nuestro Dios, pues tomamos mujeres extranjeras de los pueblos de la tierra; mas a pesar de esto, aún hay esperanza para Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego Secanías, hijo de Jehiel, descendiente de Elam, le dijo a Esdras: «Hemos sido infieles a nuestro Dios, porque nos hemos casado con mujeres paganas de esta tierra; pero a pesar de esto, hay esperanza para Israel. Biblia Católica (Latinoamericana) Secanías hijo de Jequiel, uno de los hijos de Elam, tomó la palabra y dijo a Esdras: 'Si bien traicionamos a nuestro Dios tomando mujeres extranjeras de entre los pueblos del país, todavía hay esperanza para Israel. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Secanías ben Jehiel, uno de los hijos de Elam, tomó la palabra y dijo a Esdras: Nosotros hemos sido infieles para con nuestro Dios, cohabitando con mujeres extranjeras de los pueblos de la tierra, pero aún hay esperanza para Israel con relación a esto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces, Secanías, hijo de Yejiel, de los descendientes de Elán, tomó la palabra y dijo a Esdras: 'Nosotros hemos prevaricado contra nuestro Dios tomando por esposas a mujeres de los habitantes del país. Pero, a pesar de ello, aún queda una esperanza para Israel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces respondió Secanías, hijo de Jehiel, uno de los hijos de Elam, y dijo a Esdras: Nosotros hemos prevaricado contra nuestro Dios, pues tomamos esposas extranjeras de los pueblos de la tierra; pero aún hay esperanza para Israel sobre esto. |
Algún tiempo después de todo esto, los líderes vino y me dijo: “El pueblo de Israel, incluidos los sacerdotes y los levitas, no se ha mantenido separado de los pueblos que nos rodean, cuyas repugnantes prácticas religiosas son similares a las de los cananeos, hititas, ferezeos, jebuseos, amonitas, moabitas, egipcios y amorreos.
Algunos israelitas incluso se han casado con mujeres de estos pueblos, tanto ellos como sus hijos, mezclando la raza santa con estos pueblos de la tierra. Nuestros líderes y funcionarios están al frente de este comportamiento pecaminoso”.
¿Acaso tenemos que oír que tú cometes este terrible pecado, que le eres infiel a nuestro Dios casándote con mujeres extranjeras?”
El siguiente era Sadoc, hijo de Imer, que trabajaba frente a su casa, y el siguiente era Semaías, hijo de Secanías, el guardia de la Puerta Oriental.
Asegúrense de no acordar un tratado de paz con el pueblo que habite en la tierra a la que van. De lo contrario, se convertirán en una trampa para ustedes.
Los que ocultan sus pecados no prosperarán; pero los que confiesan y se apartan de sus pecados, serán tratados con bondad.
Pero si demuestran favoritismo, están pecando. La ley los condena como culpables de su incumplimiento.