Lanzó sus flechas, dispersando a sus enemigos; guiándolos con sus rayos de luz.
Daniel 5:9 - Versión Biblia Libre Esto hizo que el rey Belsasar se asustara aún más y su rostro se puso más pálido. Sus nobles también entraron en pánico. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces el rey Belsasar se turbó sobremanera, y palideció, y sus príncipes estaban perplejos. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que el rey se asustó aún más y se puso pálido. Sus nobles también estaban perturbados. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey Belsasar se espantó más aún, estaba ya sin colores y sus altos funcionarios estaban muy asustados. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el rey Belsasar se turbó sobremanera, y palideció, y sus príncipes estaban perplejos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces el rey Baltasar se horrorizó, se le mudó el color del rostro y sus magnates quedaron consternados. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el rey Belsasar se turbó en gran manera, y se le demudó su semblante y sus príncipes quedaron atónitos. |
Lanzó sus flechas, dispersando a sus enemigos; guiándolos con sus rayos de luz.
Se sacudieron por todas partes, y estaban en dolor agonizante como una mujer dando a luz,
¡Piensa en ello! ¿Pueden los hombres dar a luz? No. Entonces, ¿por qué veo a todos los hombres sujetándose el vientre con las manos como una mujer de parto? ¿Por qué todos los rostros están blancos como una sábana?
El pueblo responde, “Nos hemos enterado de la noticia y nuestras manos están inmovilizadas por la conmoción. Nos invade la agonía y sufrimos dolores como una parturienta.
Me quedé solo para ver esta maravillosa visión. Mis fuerzas se agotaron y mi rostro se puso pálido como la muerte. No me quedaba ni un gramo de fuerza.
En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, el rey tuvo sueños que lo perturbaron tanto que le resultaba difícil dormir.
Su rostro palideció, y se asustó mucho. Sus piernas cedieron y sus rodillas se golpearon.
Cuando el rey Herodes escuchó esto, se preocupó mucho, y toda Jerusalén con él.
Y los reyes de la tierra, los grandes líderes, los ricos, los poderosos, y todas las personas, esclavos o libres, se ocultaron en cuevas y entre las rocas de las montañas.