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Daniel 1:5 - Versión Biblia Libre

El rey también les proporcionaba una ración diaria del mismo tipo de comida rica y vino que le servían a él. Al final de sus tres años de educación entrarían al servicio del rey.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El rey les asignó una ración diaria de la comida y del vino que provenían de su propia cocina. Debían recibir entrenamiento por tres años y después entrarían al servicio real.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cada día el rey les distribuía una parte de los alimentos que él comía y del vino que bebía; así se les debía educar durante tres años, después de lo cual servirían en presencia del rey.

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La Biblia Textual 3a Edicion

El rey les asignó su ración diaria de la mesa real, y del vino que él bebía, para alimentarlos durante tres años, al cabo de los cuales pasarían a servir al rey.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El rey les asignó una ración diaria de comida y vino de la mesa real, para que recibieran educación durante tres años y se quedaran luego al servicio del rey.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el rey les señaló una porción para cada día de la comida del rey y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos estuviesen delante del rey.

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Otras versiones



Daniel 1:5
14 Referencias Cruzadas  

José tenía treinta años cuando empezó a trabajar para el Faraón, rey de Egipto. Después de dejar al Faraón, José viajó en una gira de inspección por todo Egipto.


¡Qué feliz debe ser tu pueblo! ¡Qué felices los que trabajan para ti, los que están aquí cada día escuchando tu sabiduría!


El rey le dio a Joaquim una pensión diaria por el resto de su vida.


¡Qué feliz debe ser tu pueblo! ¡Qué felices los que trabajan para ti, los que están aquí cada día escuchando tu sabiduría!


No seas glotón en sus finos banquetes, porque lo ofrecen con motivaciones engañosas.


Así que esto es lo que dice el Señor: Si vuelves a mí, te aceptaré de nuevo y volverás a servirme. Si lo que hablas son palabras que valen la pena y no tonterías, serás mi portavoz, Jeremías. Ellos deben ser los que te sigan; tú no debes seguirlos.


El rey habló con ellos y ninguno pudo compararse con Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Así que entraron al servicio del rey.


Sin embargo, Daniel decidió no contaminarse comiendo la rica comida y el vino del rey. Pidió al jefe de los eunucos que le permitiera no impurificarse.


Por favor, danos hoy el alimento que necesitamos.


“Yo soy Gabriel”, respondió el ángel. “Yo estoy en la presencia de Dios, y fui enviado para hablarte y entregarte esta buena noticia.


Danos cada día el alimento que necesitamos.


Manténganse despiertos y oren, para que puedan escapar de todas las cosas que sucederán y estén en pie ante el Hijo del hombre”.


Saúl envió un mensaje a Isaí, diciendo: “Por favor, permite que David siga trabajando para mí, porque estoy complacido con él”.