El temor a la gente es una trampa. Pero si confías en el Señor estarás a salvo.
Daniel 1:10 - Versión Biblia Libre Pero el jefe de los eunucos le dijo a Daniel: “Tengo miedo de lo que me haga mi señor el rey. Él es quien ha decidido lo que debes comer y beber. ¿Y si te viera pálido y enfermo en comparación con los demás jóvenes de tu edad? Por tu culpa el rey querría mi cabeza”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: Temo a mi señor el rey, que señaló vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros más pálidos que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis para con el rey mi cabeza. Biblia Nueva Traducción Viviente pero le respondió: «Tengo miedo de mi señor el rey quien ordenó que ustedes comieran estos alimentos y bebieran este vino. Si se vuelven pálidos y delgados en comparación con otros jóvenes de su edad, temo que el rey mandará a decapitarme». Biblia Católica (Latinoamericana) Sin embargo éste respondió: 'Temo a mi señor el rey. Fue él quien determinó lo que ustedes tenían que comer y beber; si ve que están más flacos que los jóvenes de su misma edad, me hará a mí responsable'. La Biblia Textual 3a Edicion Y el jefe de los eunucos dijo a Daniel: Temo a mi señor el rey, que ha asignado vuestra comida y bebida. Si él llega a ver vuestros rostros demacrados, en comparación con los jóvenes que son de vuestra edad, peligraría mi cabeza ante el rey. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero el jefe de los eunucos le dijo a Daniel: 'Temo que el rey, mi señor, que determinó vuestra comida y bebida, vea que vuestros rostros están más desmejorados que los de los jóvenes de vuestra edad, y así hagáis que me juegue la cabeza ante el rey'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y dijo el príncipe de los eunucos a Daniel: Tengo temor de mi señor el rey, que señaló vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros más demacrados que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis para con el rey mi cabeza. |
El temor a la gente es una trampa. Pero si confías en el Señor estarás a salvo.
Daniel habló entonces con el guardia que el jefe de los eunucos había puesto a cargo de Daniel, Ananías, Misael y Azarías.
Dios había ayudado a Daniel a ser visto con amabilidad y simpatía por el jefe de los eunucos.