El rey estaba furioso. Se levantó, dejando el vino, y salió al jardín del palacio. Amán se quedó para suplicar por su vida a la reina Ester, pues se dio cuenta de que el rey planeaba un mal fin para él.
Cantares 2:4 - Versión Biblia Libre Me llevó a beber de su vino, queriendo demostrar su amor por mí. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Me llevó a la casa del banquete, Y su bandera sobre mí fue amor. Biblia Nueva Traducción Viviente Él me escolta hasta la sala de banquetes; es evidente lo mucho que me ama. Biblia Católica (Latinoamericana) Me llevó a una bodega de vino:
su divisa de amor estaba encima de mí. La Biblia Textual 3a Edicion Él me condujo a la sala del banquete,° Y su estandarte sobre mí es el amor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Me introdujo en la bodega; su enseña sobre mí es el amor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Me llevó a la casa del banquete, y su bandera sobre mí fue amor. |
El rey estaba furioso. Se levantó, dejando el vino, y salió al jardín del palacio. Amán se quedó para suplicar por su vida a la reina Ester, pues se dio cuenta de que el rey planeaba un mal fin para él.
Has bendecido todo lo que hace. ¡Sus rebaños y manadas han aumentado tanto que llenan toda la tierra!
Que todos gritemos de alegría por tu victoria, y despleguemos estandartes en nombre de nuestro Dios. Que el Señor responda todas tus peticiones.
Pero a los que te respetan les has dado el estandarte de la verdad para desplegarse y unirse. Selah. ¡Rescata a los que amas!
Un día en tus atrios es mejor que mil en cualquier otro lugar. Preferiría permanecer en la casa del Señor siendo portero, que vivir cómodamente en la casa de los malvados.
¡Tómame de la mano, corramos! (El rey me ha llevado a su dormitorio). Seamos felices juntos y encontremos placer en tu amor. Tu amor es mucho mejor que el vino. ¡Las mujeres tienen razón en adorarte tanto!
¡Entro en mi jardín, hermana mía, novia mía! Recojo mirra con mi especia. Como mi panal con mi miel. Bebo vino con mi leche. ¡Comamos nuestra saciedad de amor! Embriaguémonos de amor!
Eres hermosa, querida, tan bonita como Tirzah, tan encantadora como Jerusalén. ¡Te ves asombrosa!
En ese momento la raíz de Isaí se erigirá como un estandarte para las naciones. Los extranjeros vendrán a él, y el lugar donde vive será glorioso.
Mira, yo estoy tocando a la puerta. Si alguno oye mi llamado y abre la puerta, entraré y comeré con él, y él conmigo.