Allí convirtió sus ríos y fuentes de agua en sangre, de modo que nadie podía beber de ellos.
Apocalipsis 16:4 - Versión Biblia Libre Después el tercer ángel derramó su copa sobre los ríos y fuentes de agua, y el agua se convirtió en sangre. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el tercer ángel derramó su copa sobre los ríos y los manantiales, y estos se convirtieron en sangre. Biblia Católica (Latinoamericana) El tercer ángel vació su copa sobre los ríos y sobre los manantiales de agua, que se convirtieron en sangre. La Biblia Textual 3a Edicion El tercero derramó su copa en los ríos y las fuentes de aguas, y se convirtió° en sangre.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 El tercero derramó su copa sobre los ríos y sobre las fuentes de las aguas; y se convirtieron en sangre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se tornaron en sangre. |
Allí convirtió sus ríos y fuentes de agua en sangre, de modo que nadie podía beber de ellos.
El Señor le dijo a Moisés: “Dile a Aarón: ‘Extiende tu bastón en tu mano sobre los ríos, canales y estanques, y haz que las ranas se extiendan por todo Egipto’”.
Cuando vine, ¿por qué no había nadie? Cuando llamé, ¿por qué no respondió nadie? ¿Es porque no tengo la fuerza para salvarte, o el poder para rescatarte? ¿No ves que si lo ordeno, el mar se secará? Puedo convertir los ríos en un desierto. Sus peces apestan porque han muerto de sed al no haber agua.
Llenaré sus montañas de muertos. Los muertos por la espada caerán en sus colinas, valles y todos sus barrancos.
Aunque prospere entre los juncos, un viento del este vendrá, un viento del Señor que se origina en el desierto secará sus fuentes y sus pozos se romperán. Yo robaré de su tesorería todo lo que tenga valor.
Y estos dos testigos tienen el poder de cerrar el cielo para que no llueva durante el tiempo que ellos profeticen. Además tienen poder para convertir las aguas en sangre, y para herir la tierra con todo tipo de plagas, cuantas veces quieran.
Y clamaba a gran voz, diciendo: “La reverencia y la gloria sean dadas a Dios, pues ha llegado la hora de su juicio. Adoren a Aquél que hizo el cielo, la tierra, el mar, y las fuentes de agua”.
Y escuché al ángel que tenía el poder sobre las aguas, y declaró: “Tú eres realmente justo, tú, que eres y fuiste, el Santo, como lo demuestra este juicio.