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Apocalipsis 11:9 - Versión Biblia Libre

Durante tres días y medio, los pueblos, tribus, lenguas y naciones mirarán sus cuerpos muertos, y no permitirán que sepulten sus cuerpos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Y durante tres días y medio, todos los pueblos y todas las tribus, lenguas y naciones se quedarán mirando los cadáveres. A nadie se le permitirá enterrarlos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Y durante tres días y medio, gente de todos los pueblos, razas, lenguas y naciones contemplan sus cadáveres, pues no está permitido sepultarlos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y los de los pueblos, y tribus, y lenguas y naciones, contemplan sus cadáveres durante tres días y medio, y no permiten que sus cadáveres sean puestos en un sepulcro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Gente de los pueblos, tribus, lenguas y naciones contemplarán sus cadáveres durante tres días y medio y no permitirán sepultar sus cuerpos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y los de los pueblos, y tribus, y lenguas, y naciones verán los cadáveres de ellos por tres días y medio, y no permitirán que sus cadáveres sean puestos en sepulcros.

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Otras versiones



Apocalipsis 11:9
14 Referencias Cruzadas  

y en su lugar volviste y comiste y bebiste en el lugar donde él te dijo que no lo hicieras, tu cuerpo no será enterrado en la tumba de tus padres”.


Un hombre podría tener cien hijos, y envejecer, pero no importaría lo larga que fuera su vida si no pudiera disfrutarla y al final recibir un entierro decente. Yo diría que un niño nacido muerto estaría mejor que él.


La tragedia se acerca a ti, destructor que no has experimentado la destrucción, engañador que no has experimentado el engaño. Cuando hayas terminado con tu destrucción, tú mismo serás destruido. Cuando hayas terminado con tu engaño, tú mismo serás engañado.


Los cadáveres de este pueblo serán alimento para las aves de rapiña y los animales salvajes, y no habrá nadie que los espante.


Porque cualquiera que sea el criterio que usen para juzgar a otros, será usado para juzgarlos a ustedes, y cualquiera que sea la medida que ustedes usen para medir a otros, será usada para medirlos a ustedes.


Y se me dijo: “Debes profetizar nuevamente sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reinos”.


Pero tres días y medio después, el aliento de vida de Dios entró en ellos y se pusieron en pie. Y todos los que vieron esto estaban horrorizados.


Entonces a la bestia se le dio poder de atacar a los creyentes y vencerlos, y también se le dio autoridad sobre todos los pueblos, tribus, lenguas y naciones.


Y el ángel siguió explicándome: “Las aguas que viste donde se sentaba la ramera, representan pueblos, multitudes de personas, naciones, y lenguas.


Cuando tomó el rollo, las cuatro criaturas vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron postrados delante del Cordero. Y cada uno tenía un harpa y tazas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los creyentes.


Ellos cantaban un cántico nuevo: “Tú eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos, pues tú fuiste inmolado y con tu sangre redimiste para Dios gentes de toda tribu, lengua, pueblo y nación.