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2 Samuel 7:7 - Versión Biblia Libre

Pero en todos esos viajes con todo Israel, ¿le reclamé alguna vez a algún líder israelita al que puse a cargo de mi pueblo: ‘Por qué no has construido una casa de cedro para mí’?

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y en todo cuanto he andado con todos los hijos de Israel, ¿he hablado yo palabra a alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado apacentar a mi pueblo de Israel, diciendo: Por qué no me habéis edificado casa de cedro?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Sin embargo, dondequiera que fui con los israelitas, ni una sola vez me quejé ante los jefes de las tribus de Israel, los pastores de mi pueblo Israel. Nunca les pregunté: ‘¿Por qué no me han construido una hermosa casa de cedro?’”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Todo el tiempo que he caminado en medio de los israelitas, jamás he dicho a alguno de los jueces de Israel, a los que había puesto como pastores de mi pueblo de Israel: ¿Por qué no me construyen una casa de cedro?

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La Biblia Textual 3a Edicion

Doquiera que he estado yendo con todos los hijos de Israel ¿acaso he hablado palabra con alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado apacentar a mi pueblo Israel, para decirles: ¿Por qué no me edificáis una Casa de cedro?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Durante todo el tiempo en que anduve en medio de todos los israelitas, dije yo acaso a alguno de los jefes de Israel por mí designados para apacentar a mi pueblo Israel: ¿por qué no me habéis edificado una casa de cedro?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y en todo cuanto he andado con todos los hijos de Israel, ¿acaso he hablado palabra con alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado que apaciente mi pueblo de Israel, diciendo: ¿Por qué no me habéis edificado casa de cedro?

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Otras versiones



2 Samuel 7:7
19 Referencias Cruzadas  

Antes, cuando Saúl era nuestro rey, tú eras el que dirigía el ejército israelita en la batalla. El Señor te dijo: ‘Tú serás el pastor de mi pueblo Israel y serás su gobernante’”.


En los últimos tiempos, aunque Saúl era el rey, tú eras el verdadero líder de Israel. El Señor, tu Dios, te ha dicho: ‘Tú serás el pastor de mi pueblo, y tú serás el jefe de mi pueblo Israel’”.


Pero en todos esos viajes con todo Israel nunca le pregunté a ningún jefe israelita al que le hubiera ordenado cuidar de mi pueblo: ‘¿Por qué no has construido una casa de cedro para mí?’


Cuida de su rebaño como un pastor. Coge a los corderos en brazos y los estrecha contra su pecho. Conduce a los que amamantan a las crías.


Esto es lo que dice el Señor: El cielo es mi trono, y la tierra es donde pongo mis pies. Entonces, ¿dónde estará esa casa que vas a construir para mí? ¿Dónde me acostaré para descansar?


Pondré al frente de ellas a pastores que las cuidarán, y ya no tendrán miedo ni se desanimarán, y no faltará ninguna, declara el Señor.


Os daré pastores que sean como yo, que os alimentarán con sabiduría y entendimiento.


“Yo mismo cuidaré de mis ovejas y les daré un lugar de descanso, declara el Señor Dios.


“Hijo de hombre, profetiza contra los pastores que guían a Israel. Profetiza y diles que esto es lo que dice el Señor Dios: Viene un desastre para los pastores de Israel, que sólo se cuidan a sí mismos y no a las ovejas. ¿No deberían los pastores ocuparse de alimentar a su rebaño?


Pondré a un solo pastor a cargo de ellas, mi siervo David, y él las cuidará. Él las cuidará y será su pastor.


Él se levantará y alimentará a su rebaño con la fuerza del Señor, en la majestad del nombre del Señor su Dios. Ellos vivirán seguros porque su grandeza es reconocida en todo el mundo.


‘y tu, Belén, en la tierra de Judea, no eres la menor entre las ciudades reinantes de Judea, porque de ti saldrá un gobernante que será el pastor de mi pueblo Israel’”.


Cuídense ustedes mismos y cuiden el rebaño, el cual les ha sido encomendado por el Espíritu Santo para que cuiden de él. Alimenten la iglesia del Señor, la cual ha comprado con su propia sangre.


“¡Hombres de Israel, vengan a ayudarnos!” gritaron. “Este es el hombre que está enseñando por todas partes para que se opongan a nuestro pueblo, a la Ley y al Templo. Además ha traído griegos al Templo, contaminando este lugar santo”.


El Señor tu Dios está presente contigo en tu campamento para mantenerte a salvo y para derrotar a tus enemigos. Tu campamento debe mantenerse sagrado, porque si ve algo impuro entre ustedes, los abandonaré.


Quiero animar a los ancianos que están entre ustedes. Pues yo también soy un anciano, un testigo de los sufrimientos de Cristo, y participaré de la gloria que está por venir.