“¿Qué has hecho?” le preguntó el Señor. “La sangre de tu hermano clama a mi desde la tierra.
2 Samuel 3:28 - Versión Biblia Libre Y cuando David se enteró de esto, dijo: “¡Yo y mi reino somos totalmente inocentes ante el Señor en lo que respecta a la muerte de Abner, hijo de Ner! Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Cuando David supo después esto, dijo: Inocente soy yo y mi reino, delante de Jehová, para siempre, de la sangre de Abner hijo de Ner. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando David se enteró, declaró: «Juro por el Señor que yo y mi reino somos inocentes para siempre de este crimen cometido contra Abner, hijo de Ner. Biblia Católica (Latinoamericana) David sólo supo después lo sucedido. Exclamó: 'Yo y mi reino seremos para siempre inocentes ante Yavé de la sangre de Abner, hijo de Ner. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando después David lo supo, dijo: ¡Yo y mi reino somos inocentes ante YHVH por siempre de la copiosa sangre de Abner ben Ner! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando luego lo supo David, exclamó: 'Yo y mi reino somos inocentes ante Yahveh, para siempre, de la sangre de Abner hijo de Ner. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cuando David supo después esto, dijo: Inocente soy yo y mi reino, delante Jehová, para siempre, de la sangre de Abner, hijo de Ner. |
“¿Qué has hecho?” le preguntó el Señor. “La sangre de tu hermano clama a mi desde la tierra.
Si alguno derrama sangre de otro ser humano, otro ser humano derramará su sangre también. Porque Dios hizo a los seres humanos según su imagen.
David le dijo al amalecita: “Tu muerte es culpa tuya, porque has testificado contra ti mismo al decir: ‘Yo maté al ungido del Señor’”.
“El Señor te ha pagado por toda la familia de Saúl que mataste y por robarle el trono. El Señor le ha dado el reino a tu hijo Absalón. Mira cómo has acabado en el desastre por ser un asesino”.
Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte a la puerta de la ciudad, como si fuera a hablar con él en privado. Pero Joab lo apuñaló en el vientre, matándolo en venganza por haber matado a Asael, el hermano de Joab.
Que la culpa de su muerte caiga sobre Joab y su familia. Que los descendientes de Joab siempre tengan a alguien que tenga llagas, o lepra, o esté lisiado o que lo maten a espada, o que se muera de hambre”.
“No contaminen la tierra donde viven porque el derramamiento de sangre contamina la tierra, y la tierra donde se derrama la sangre no puede ser purificada excepto por la sangre de quien la derrama.
Cuando Pilato vio que la causa estaba perdida, y que se estaba formando un motín, trajo agua y lavó sus manos frente a la multitud. “Soy inocente de la sangre de este hombre. ¡Su sangre estará sobre sus cabezas!”