Después de todo esto, Dios habló con Abrán en una visión, y le dijo: “¡No tengas miedo, Abrán! ¡Yo soy tu protector, y tu gran recompensa!”
2 Samuel 22:3 - Versión Biblia Libre Él es mi Dios, mi roca que me protege. Él me protege del mal, su poder me salva, me mantiene seguro. Él es mi protector; es mi salvador; me libra de la violencia. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste. Biblia Nueva Traducción Viviente mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi lugar seguro. Él es mi refugio, mi salvador, el que me libra de la violencia. Biblia Católica (Latinoamericana) El es mi roca, en él me refugio.
Es mi escudo, mi salvación,
mi ciudadela y mi refugio:
mi salvador me salva de la violencia. La Biblia Textual 3a Edicion Dios es mi Roca, en Él me refugiaré; Mi escudo, y el cuerno de mi salvación, Mi alto refugio, y mi Salvador. De la violencia me libraste. Biblia Serafín de Ausejo 1975 mi roca, mi torreón y mi refugio, él es mi escudo y mi fuerza salvadora, mi Dios y el fortín a que me acojo, mi escudo, mi defensa y mi castillo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Dios es mi Roca, en Él confiaré; mi escudo, y el cuerno de mi salvación, mi fortaleza alta y mi refugio; mi Salvador, tú me libras de violencia. |
Después de todo esto, Dios habló con Abrán en una visión, y le dijo: “¡No tengas miedo, Abrán! ¡Yo soy tu protector, y tu gran recompensa!”
El camino de Dios es absolutamente correcto. La palabra del Señor es digna de confianza. Es un escudo para todos los que acuden a él en busca de protección.
Y me libera de los que me odian. Me mantiene a salvo de los que se rebelan contra mí, me salva de los hombres violentos.
Has salvado al rey tantas veces, mostrando tu amor fiel a David, tu ungido, y a sus descendientes por siempre.
“El Dios de Israel habló; la Roca de Israel me dijo: ‘El que gobierna al pueblo con justicia, el que gobierna respetando a Dios,
Los malvados desestiman y rechazan los planes de los pobres, pero el Señor cuida de ellos.
Por favor, Señor ¡Sálvame de aquellos que hacen el mal; ¡Protégeme, especialmente de aquellos que son violentos!
No permitas que la gente que calumnia a otros hereden la tierra prometida. Que los desastres derriben a la gente violenta.
Señor, no me dejes caer en manos de los impíos; protégeme, especialmente de aquellos que son violentos, que están planeando mi caída.
Miro a mi diestra buscando a alguien que venga a ayudarme, pero no hay nadie allí. No tengo un lugar seguro, y a nadie le importa lo que me pasa.
Él me ama, me protege, y me defiende. Él es quien me rescata del peligro y me mantiene a salvo. Él somete a las naciones bajo mi dominio.
El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi Salvador. Él es mi Dios, la roca que me protege. Me cuida del peligro. Su poder es como un escudo, y me mantiene a salvo.
Cuando los problemas vengan él me protegerá y me mantendrá a salvo, me esconderá en su casa, tan seguro como si me hubiera puesto en una gran roca.
El Señor es mi fuerza y mi refugio. Confío en él y él me ayuda. Mi corazón está lleno de alegría, y canto mis agradecimientos hacia él.
Pero tu, oh Señor, eres un escudo protegiéndome. Tu me das la victoria; y sostienes mi cabeza en alto.
Porque tú eres mi refugio, me proteges de los problemas. Me rodeas con cantos de salvación. Selah.
Dios es nuestra protección y nuestra fuerza; siempre listo para ayudar cuando vienen los problemas.
El Señor todopoderoso está con nosotros; El Dios de Jacob nos protege. Selah.
Así que no tendremos miedo aunque la tierra tiemble, aunque las montañas caigan hacia el fondo de los océanos,
El Señor Todopoderoso está con nosotros; El Dios de Jacob nos protege. Selah.
Porque tú, Señor, bendices al que vive en rectitud, y lo proteges con tu escudo de amor.
¡Confúndelos, Señor! cambia lo que están diciendo, porque veo violencia y conflictos en la ciudad.
Pero yo cantaré de tu fuerza; en la mañana cantaré de alegría por tu gran amor. Porque tú has sido mi protección; mi lugar seguro en tiempos de problemas.
porque tú eres mi protección, una torre fuerte en la que mis enemigos no pueden atacarme.
Mi vida ha sido un milagro ante muchos; porque tú has sido mi protector poderoso.
Él los rescata de la violencia y la opresión, porque sus vidas son de gran valor para él.
Porque el Señor nuestros es nuestro sol y nuestro escudo, y nos da gracia y honor. El señor no retira nada bueno de aquellos que viven con rectitud.
Los que conocen tu carácter confían en ti, porque no abandonas a los que a ti vienen.
El Señor es el refugio de los oprimidos, una fortaleza en tiempos de angustia.
El Señor me da fuerza. Él es el tema de mi canción. Él me salva. Él es mi Dios, y yo lo alabaré. Él es el Dios de mi padre, y yo lo honraré.El Señor me da fuerza. Él es el tema de mi canción. Él me salva. Él es mi Dios, y yo lo alabaré. Él es el Dios de mi padre, y yo lo honraré.
El Señor es una torre protectora para los justos, bajo la cual pueden estar seguros.
Cada palabra que Dios dice ha resultado ser verdadera. Él defiende a todos los que lo buscan pidiendo protección.
¡Mira! ¡Dios es mi salvación! ¡Confiaré en él y no tendré miedo! Porque el Señor es mi fuerza y mi canción, y me ha salvado”.
Cada uno de ellos será como un refugio contra el viento, como una protección contra la tormenta, como ríos de agua en el desierto seco, como la sombra de una gran roca en un lugar calcinado por el sol.
Discutan esto juntos, y luego hablen, presenten su caso. ¿Quién predijo esto hace tiempo? ¿Quién dijo lo que pasaría en el futuro en el pasado? ¿No fui yo, el Señor? No hay otro Dios aparte de mí, no hay otro Dios que haga lo correcto y que salve. No hay otro Dios sino yo.
Señor, tú eres mi fuerza y mi fortaleza, mi lugar seguro en el tiempo de angustia. Vendrán a ti naciones de toda la tierra, y dirán: “¡La religión de nuestros antepasados era una total mentira! Los ídolos que adoraban eran inútiles, no servían para nada.
Esto es lo que dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: Voy a poner fin aquí mismo, mientras tú observas, a cualquier sonido de celebración y alegría, a las voces alegres de los novios.
Preguntará: ¿Qué pasó con tus dioses, la roca a la que acudiste para protegerte?
Él es la Roca. Todo lo que hace es perfecto, porque todos sus caminos son correctos. Él es el Dios confiable que nunca es injusto; es justo y honesto.
¡Cuán bendito eres, Israel! ¿Hay alguien como tú, un pueblo salvado por el Señor? Él es el escudo que te protege, la espada que te da confianza. Tus enemigos se estremecerán ante ti, y tú los pisotearás.
Pero cuando la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador fueron revelados, nos salvó,
el cual derramó sobre nosotros abundantemente por medio de Jesucristo nuestro Salvador.
Y también dice: “Pondré mi confianza en él”, y “Aquí estoy, junto a los hijos que Dios me ha dado”.
Ana oró: “¡Estoy tan feliz en el Señor! ¡Él me ha dado poder! Ahora tengo mucho que decir en respuesta a los que me odian. ¡Celebro su salvación!
¡No hay nadie santo como el Señor, nadie aparte de ti, ninguna Roca como nuestro Dios!