Yo lo he elegido para que le enseñe a sus hijos y a su familia a seguir el camino del Señor haciendo lo que es bueno, a fin de que yo, el Señor pueda cumplir lo que le he prometido a Abraham”.
2 Samuel 22:22 - Versión Biblia Libre Porque he seguido los caminos del Señor; no he pecado apartándome de mi Dios. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Porque yo he guardado los caminos de Jehová, Y no me aparté impíamente de mi Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues he permanecido en los caminos del Señor; no me he apartado de mi Dios para seguir el mal. Biblia Católica (Latinoamericana) He ido por los caminos de Yavé,
y no hice el mal lejos de mi Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Porque guardé los caminos de YHVH, Y no me aparté impíamente de mi Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Las vías del Señor las guardo, ciertamente, y no me alejo de mi Dios pecando. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque yo guardé los caminos de Jehová; y no me aparté impíamente de mi Dios. |
Yo lo he elegido para que le enseñe a sus hijos y a su familia a seguir el camino del Señor haciendo lo que es bueno, a fin de que yo, el Señor pueda cumplir lo que le he prometido a Abraham”.
“En cuanto a ti, si sigues mis caminos como lo hizo tu padre David, haciendo todo lo que te he dicho que hagas, y si guardas mis leyes y reglamentos,
Mas, en cuanto a los que se desvían para seguir sus propios caminos, Dios los llevará lejos donde están los otros que hacen el mal. ¡Que haya paz en Israel!
Cualquier cosa que dicen es deshonesta y engañosa. Nunca actúan con sabiduría ni hacen el bien.
“Ahora, hijos míos, escúchenme, porque los que siguen mis caminos son felices.
Destruiré a os que una vez adoraron al Señor y dejaron de hacerlo. Ellos no buscan al Señor ni piden mi ayuda.
Moisés se enfadó mucho y le dijo al Señor: “No aceptes sus ofrendas. Nunca les he quitado ni un burro ni he tratado mal a ninguno de ellos”.
Si ustedes hacen lo que yo digo, permanecerán en mi amor, así como yo hago lo que mi Padre dice y permanezco en su amor.
Nos enorgullecemos en el hecho—y nuestra conciencia lo confirma—de que hemos actuado de manera apropiada con las personas, especialmente con ustedes. Hemos seguido los principios de Dios de santidad y sinceridad, no conforme a la sabiduría mundanal, sino por la gracia de Dios.
Aquí estoy ante ustedes. Traigan cualquier acusación que tengan contra mí en presencia del Señor y de su ungido. ¿Me he apropiadodel buey o del burro de alguien? ¿He perjudicado a alguien? ¿He oprimido a alguien? ¿He aceptado un soborno de alguien para hacerme el de la vista gorda? Díganmelo y les pagaré por ello”.