Entonces Joab envió un mensajero a Tecoa para que trajera a una mujer sabia que vivía allí. Y le dijo: “Finge estar de luto. Ponte ropa de luto y no uses aceites perfumados. Ponte como una mujer que lleva mucho tiempo de luto por los muertos.
2 Samuel 20:16 - Versión Biblia Libre una mujer sabia de la ciudad gritó: “¡Escuchen! ¡Por favor, escuchen! Díganle a Joab que venga aquí para hablar con él”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces una mujer sabia dio voces en la ciudad, diciendo: Oíd, oíd; os ruego que digáis a Joab que venga acá, para que yo hable con él. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero una mujer sabia de la ciudad llamó a Joab y le dijo: —Escúcheme, Joab. Venga aquí para que pueda hablar con usted. Biblia Católica (Latinoamericana) una mujer criteriosa que estaba en la ciudad exclamó: '¡Oigan, oigan! Digan a Joab que se acerque hasta acá, porque quiero hablarle'. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces una mujer sabia dio voces desde la ciudad, diciendo: ¡Oíd! ¡Oíd! Os ruego que digáis a Joab: ¡Acércate para que yo hable contigo! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Gritó entonces desde la ciudad una mujer juiciosa: '¡Escuchad! ¡Escuchad! ¡Decidle a Joab que se acerque hasta aquí; que quiero hablarle!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces una mujer sabia dio voces en la ciudad, diciendo: Oíd, oíd; os ruego que digáis a Joab que venga acá, para que yo hable con él. |
Entonces Joab envió un mensajero a Tecoa para que trajera a una mujer sabia que vivía allí. Y le dijo: “Finge estar de luto. Ponte ropa de luto y no uses aceites perfumados. Ponte como una mujer que lleva mucho tiempo de luto por los muertos.
Él se acercó a ella, y la mujer le preguntó: “¿Eres Joab?” “Sí, soy yo”, respondió él. “Por favor, escucha lo que yo, tu sierva, tengo que decirte”, le dijo ella. “Te escucho”, respondió él.
La mujer fue y habló con todos sobre su sabio plan. Así que cortaron la cabeza de Sabá y se la arrojaron a Joab. Entonces Joab hizo sonar el cuerno de carnero para dar la retirada, y todos sus hombres abandonaron la ciudad y se fueron a casa. Y Joab regresó con el rey a Jerusalén.
Daniel se acercó a Arioc, el comandante de la guardia imperial, a quien el rey había puesto a cargo de la orden de ejecutar a todos los sabios de Babilonia. Con sabiduría y tacto
El hombre se llamaba Nabal, y su esposa se llamaba Abigail. Era una mujer sabia y hermosa, pero su marido era cruel y trataba mal a la gente. Era descendiente de Caleb.