Absalón había puesto a Amasa al frente del ejército para sustituir a Joab. Amasa era hijo de un hombre llamado Itra, el ismaelita que vivía con Abigail, la hija de Nahas y hermana de Servia, la madre de Joab.
2 Samuel 19:14 - Versión Biblia Libre Amasa convenció a todo el pueblo de Judá para que apoyara unánimemente a David, así que enviaron un mensaje al rey: “Por favor, regresa, tú y todos los que están contigo”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Así inclinó el corazón de todos los varones de Judá, como el de un solo hombre, para que enviasen a decir al rey: Vuelve tú, y todos tus siervos. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Amasa convenció a todos los hombres de Judá, y ellos respondieron unánimemente. Y le mandaron a decir al rey: «Regrese a nosotros, y traiga de vuelta a todos los que lo acompañan». Biblia Católica (Latinoamericana) También dirán a Amasa: ¿No eres tú como mi carne y mis huesos? Maldígame Dios si no te nombro comandante en jefe en vez de Joab'. La Biblia Textual 3a Edicion Así inclinó el corazón de todos los hombres de Judá como un solo hombre. Entonces enviaron a decir al rey: Vuelve tú con todos tus siervos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y también diréis a Amasá: '¿No eres tú también hueso mío y carne mía? ¡Esto me haga Dios y esto me añada, si no te hago para siempre jefe del ejército en lugar de Joab!''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así inclinó el corazón de todos los varones de Judá, como el de un solo hombre, para que enviasen a decir al rey: Vuelve tú, y todos tus siervos. |
Absalón había puesto a Amasa al frente del ejército para sustituir a Joab. Amasa era hijo de un hombre llamado Itra, el ismaelita que vivía con Abigail, la hija de Nahas y hermana de Servia, la madre de Joab.
Entonces el rey ordenó a Amasa: “Convoca al ejército de Judá. Haz que vengan a mí dentro de tres días, y ven tú también”.
Me rescataste de los pueblos rebeldes; me mantuviste como gobernante de las naciones: gente que no conocía ahora me sirve.
¡Que Dios me castigue severamente si no ayudo a David a cumplir lo que el Señor le ha prometido!
Todas las tribus de Israel se acercaron a David en Hebrón y le dijeron: “Somos tu carne y tu sangre.
Todos los creyentes tenían un mismo pensar y un mismo sentir. Ninguno de ellos consideraba nada como suyo sino que compartían todas las cosas unos con otros.
Todos los israelitas, desde Dan hasta Beerseba, incluyendo la tierra de Galaad, fueron y se reunieron en Mizpa ante el Señor. La asamblea estaba unida en su propósito.